lunes, 20 de abril de 2015

¡Mi Padre derrama las mayores gracias en los corazones de aquellos por los que pides!

- Mensaje nº 915 -

Hija mía. Mi querido hijo. Yo, tu Jesús crucificado, estoy aquí contigo. Por favor, di hoy a los niños que les quiero mucho y que Mi Padre derrama las mayores gracias en los corazones de aquellos por los que pides y que aún son apóstatas, están perdidos y/o son tibios.

Hijos, ¡si supierais qué poder tiene la oración! ¡Día y noche y sin cesar rezaríais a Mis pies, porque el Padre os mira, y Su clemencia, Su bondad, Sus gracias se «desatan» por vuestra devota oración a Mí, en Mi honor y en Mis intenciones!

¡Hijos, rezad, porque vuestra oración es fuerte! ¡Vuestra oración cura, hace que las almas se arrepientan y aleja el mal! Vuestra oración es el muro de protección contra todas las maquinaciones malignas del demonio, y vuestra oración templa al Padre, cuya ira, que es santa, es grande y amenaza con desatarse, si no fuera por toda vuestra oración, que realizáis con amor, entregándomela a Mí, vuestro Jesús, y si no fuera por la aceptación de la expiación y los sacrificios que tomáis sobre vosotros y Me ofrecéis.

Hijos, tenéis tanto «poder» cuando oráis, pero no me refiero al poder terrenal, sino al poder celestial, que es suave, gentil, lleno de amor, lleno de alegría y lleno de milagros silenciosos.

Hijos míos. Mis hijos tan amados por Mí. Rezad y no dejéis que cese vuestra oración, porque hace tanto bien y es tan necesaria en vuestro tiempo actual de apostasía, inmoralidad y autorrealización, ¡egoísmo!

El diablo tiene a muchos de vosotros en su poder, pero la mayoría no se da cuenta y los otros que le siguen conscientemente están entretejidos y manipulados por sus mentiras. No ven la verdad. No ven cómo les utiliza el demonio.

Rezad también por ellos , porque están convencidos de todo lo que dice el diablo, porque ven el dinero, la riqueza terrenal y el poder que les da mientras están vivos en la tierra y están convencidos de que continuará por toda la eternidad. No ven el engaño, y sus corazones están embotados, y así pueden vivir y practicar todos los ultrajes, la falta de escrúpulos, la brutalidad, la indignidad humana, etc., porque son negros, su alma como carbones, y no conocen Mi amor.

Rezad por ellos, porque quien (todavía) no ha entregado su alma (la ha vendido al demonio), Yo puedo ablandarlo y atraerlo hacia Mí, pero necesito vuestra oración para ello, para poder obrar en ellos.

Hijos míos, rezad, porque vuestra oración hace el bien, y hace que el Padre sea indulgente. Las catástrofes se desatarán, pero Yo, vuestro Jesús, aún puedo atraer hacia Mí de antemano a innumerables almas, para que no perezcan, para que no se pierdan, cuando el fin caiga pronto sobre vosotros.

Estad preparados, hijos Míos, pues no conocéis el momento.

Os amo, vuestro Jesús, que murió por vosotros en la cruz por amor y que perdona vuestros pecados, por graves que sean, si Me lo pedís, os arrepentís y os confesáis. Amén. Te amo. Vete ya. Amén.