domingo, 19 de abril de 2015

¡Tu oración aplaca la ira del Padre!

- Mensaje nº 914 -

¡Ya has detenido muchos desastres!

Hija mía. Di a los hijos del mundo que recen.

Sólo a través de las oraciones de todos vosotros podrá Mi Hijo realizar muchos más milagros en los corazones de los apóstatas. Su Espíritu Santo sale y convierte a los que carecen de conversión, pero , Mis amados hijos, debéis rezar y «ablandar» la ira del Padre, pues Su ira es grande, y la apostasía en vuestra tierra es inmensa.

Hijos Míos. Mis hijos tan amados por Mí. ¡Rezad, pues el Padre escucha vuestras oraciones ! Rezad por vuestros hermanos y hermanas en el Señor y no dejéis que cese vuestra oración . Vuestro ángel de la guarda os ayuda a mantener vuestra oración, así que pedidle y él sigue rezando en vuestras intenciones , que deben ser siempre también las intenciones de Mi Hijo, vuestro Jesús.

Rezad , hijos míos, porque vuestra oración aplaca la ira del Padre. Ya habéis evitado muchos desastres, pero debéis seguir rezando para que Su ira sea «aplacada», aplacada por el bien del gran número de hijos que aún no se han vuelto atrás, y a los que Mi Hijo todavía quiere atraer hacia Sí a través de la oración de todos vosotros. El tiempo es corto para esta tarea, así que utilizadlo para que muchos más de vuestros hermanos y hermanas puedan salvarse.

Hijos, creed y confiad, porque vuestra fe será puesta a prueba , y debéis consolidaros en Jesús. El final aún causará mucha agitación y confusión , porque así es como «juega» el diablo, y sus tácticas son astutas y mezquinas. No caigáis en sus mentiras que esparce entre vosotros a través de su élite y secuaces, pues sirven para vuestra caída, pero no para vuestra «resurrección».

Permanece fiel a Jesús para que te eleve, ¡y confía en Él! Sólo Él es tu Salvador, tu Redentor, y Su Palabra es santa. Escucha Su Palabra, sigue Sus enseñanzas y obedece los mandamientos del Padre. Yo, tu Santa Madre del Cielo, te pido que hagas esto, porque el final está cerca, y las últimas pruebas serán duras.

Rezadme, y Yo os guiaré. Rezad al Espíritu Santo, y Él os dará claridad. Amén.

Os amo, Mis queridos hijos.

Con el más profundo amor, vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Redención. Amén.