viernes, 13 de marzo de 2015

No «sangréis» a vuestro propio pueblo, ¡eso sería caridad «Equivocada»!

- Mensaje nº 879 -

Hija mía. Mi querida hija. Di a los niños que recen, pues su oración es muy necesaria. Diles, por favor. Amén.

¡Los cambios en vuestro mundo no son buenos y están perfecta y engañosamente planeados y maquinados por el maligno!

¿Cómo podéis engañaros así y «sangrar» a vuestro propio pueblo en nombre de la «caridad»?

¡Niños, levantaos, porque eso, lo que ocurre en vuestros países, sirve a la destrucción de vuestro sistema, de vuestros derechos sociales y de todo bajo el pretexto de que «ayudamos»!

Niños, levantaos, pero manteneos en paz, ¡porque el diablo sólo está esperando a que empiece vuestra «explosión» para convertir vuestro país en «escombros»!

No os dejéis provocar, porque la astucia del diablo os trae estas injusticias engañosas, es decir, superficialmente y a la luz del mundo se presentan como ejemplares y buenas, ¡pero en realidad os destruyen a vosotros, a vuestros países, a vuestra paz!

Permiten que surja la discordia a través de las mayores injusticias impuestas a su propio pueblo, y así la caridad superficial se convierte en odio de naciones, ¡y esto, hijos míos, os traerá la «destrucción»!

¡Hijos, estad prevenidos, pues debéis actuar pacíficamente! ¡Atended pacíficamente y poned pacíficamente señales y encontrad pacíficamente soluciones!

No quitéis a los vuestros sus derechos, su existencia, sus servicios sociales, etc. para «ayudar» a los demás, sino Integrad a los demás y apoyadlos. No «desangres» a tu propio pueblo para ayudar a los demás , sino encuentra una solución benévola y fructífera.

En la que ni unos ni otros tienen trabajo, no tienen tarea, no tienen ingresos propios, suscitas descontento.

Encuentra soluciones de las que la gente se beneficie, es decir, que se sienta aceptada y atendida. Debes crear una base de convivencia y preservar los derechos, servicios, lugares de trabajo, etc. de tu propio pueblo.

Hijos míos. Este tema es muy amplio, pero sabed esto: No «sangréis» a vuestro propio pueblo, pues eso traerá discordia y destrucción. Amén. Que así sea.

Os amo.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.