miércoles, 11 de febrero de 2015

¡La decisión depende de ti!

- Mensaje nº 840 -

Hija mía. Mi querida hija. Escribe, hija Mía, y escucha lo que Yo, tu Padre del Cielo que te ama, tengo que decir hoy a los hijos de la tierra: Debéis encontrar vuestro camino hacia Mi Hijo y desprenderos de todos los enredos terrenales, porque ahí es exactamente donde el demonio se pone en marcha para capturaros, para «sujetaros» y «abatiros», de modo que no tengáis salida, no veáis ningún rayo de luz y os convirtáis en esclavos de él, pero, Mis queridos hijos, si encontráis vuestro camino hacia Jesús, Él os ayudará, podréis desprenderos, podréis «daros la vuelta» y prepararos, ¡todo para Él, para vuestro Salvador!

Sólo Jesús es tu camino, ¡porque todos los demás te llevan al diablo! Bien disfrazados están, y a menudo no tenéis ni idea, pero, Mis queridos hijos: Quien no encuentra a Jesús, no se entrega a Él, no se entrega completamente a Él, no confía en Él y no Le sigue, ya se encuentra de camino al infierno de la bestia, porque: Pronto dejará de existir el purgatorio.

Por eso te di a través de María la oración por las almas del Purgatorio ( Nota: para que ellas también experimenten la resurrección)

Sólo Mi Hijo es el camino hacia el Reino de los Cielos, sólo con Él y a través de Él alcanzarás Su Nuevo Reino. Todos los demás caminos, sin embargo, os conducirán al infierno, porque cuando se abran las puertas del Nuevo Reino de Mi Hijo, todos los Hijos Verdaderos irán allí, pero los demás perecerán y pasarán su eternidad en el sufrimiento más agonizante.

Así que ahora elegid bien, hijos Míos, ¡pues la decisión es vuestra! Podéis seguir a Jesús o ir a las trampas diabólicas, no habrá otra cosa.

Así que confesaos ahora, hijos Míos tan amados por Mí, para que no os perdáis. Mi Hijo os espera con los brazos amorosamente extendidos hacia vosotros. Él anhela, y Yo anhelo tanto por vosotros, por cada uno de vosotros, porque: Nuestro amor es infinito, y es este amor, este amor infinito por vosotros, lo que Nos hace «esperar» que Nos encontréis, os convirtáis y paséis vuestra eternidad junto a Nosotros.

Para esto os he creado, hijos Míos, ¡para que viváis eternamente a Mi lado, en la felicidad y en la alegría, en la gloria y en el esplendor!

Así pues, ¡no desperdiciéis vuestra felicidad! No os rindáis a las tentaciones del demonio , sino dad vuestro Sí a Jesús, para que vuestra eternidad sea feliz y no os perdáis. Amén.

Te amo

Vuestro Padre que está en los cielos.

Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser. Amén.