Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania
martes, 10 de febrero de 2015
Vuestra Confianza Está A Prueba, ¡Sobre Todo Vuestros Sacerdotes Ordenados Están «Sufriendo»!
- Mensaje nº 839 -

Hija mía. Mi querida hija. Siéntate Conmigo y escucha lo que Yo, tu Madre del Cielo que tanto te ama, quiero decir hoy a los hijos de la tierra: Debéis confiar en Mi Hijo, y debéis permanecer fieles a Él y a Su Palabra, pues sólo aquellos que confíen en Jesús experimentarán Sus milagros, sólo aquellos que le sean fieles, que vivan y actúen según Sus enseñanzas, Él los llevará consigo, los elevará a Su Nuevo Reino.
Hijos míos. Vuestra confianza está en la piedra de toque, especialmente vuestros sacerdotes ordenados «sufren» por ello, porque: El que permanece fiel a Mi Hijo no aceptará los cambios en la Santa Iglesia Suya. No permitirá que le pongan el «sello del diablo», ni celebrará Misas «falsas», pues éstas son impías y no proceden de Mi Hijo. No «valdrán nada», pues Mi Hijo no estará allí donde se haya «impreso el sello de la bestia».
Hijos míos. Permaneced junto a los sacerdotes fieles, porque en muchos lugares perderán su existencia , es decir, serán expulsados de su oficina, de sus hogares, de la parroquia y de la Iglesia Católica, ¡y SÓLO porque son fieles a Mi Hijo, Le escuchan, confían en Él y Le siguen!
Así que permanece a su lado y ayúdales en lo que puedas. Son muy queridos por Mi Hijo, y Él los elevará, pero el camino hasta allí está relacionado con el sufrimiento, con el sacrificio y con la mayor prueba de confianza. « Así que ayuda a Mis siervos fieles y no los abandones. Ellos son los que sostienen Mi Palabra, transmiten Mis enseñanzas sin adulterar, y sobre sus hombros se levantará Mi Nueva Iglesia.
Mis hijos. Mis hijos tan amados por Mí. Ayuda a tus fieles sacerdotes para que puedan recorrer este camino, que es arduo y penoso. Toda Mi esperanza está en ellos y traen una gran alegría a Mi corazón tan herido y sufriente. Ayúdalos y Me ayudarás. Amén.
Te amo y te doy las gracias.
Tu Jesús, inundado de dolor».
Hija Mía. Di a los niños que deben confiar en Mi Hijo. Su Iglesia no perecerá, pues de «escombros y cenizas» se levantará y será «más poderosa», más gloriosa y radiante que nunca.
No tengáis miedo. Dios Padre intervendrá, pero tendréis que rezar mucho antes de que Su mano atronadora descienda a la tierra.
Ánimo, hijos Míos, y permaneced fieles a Jesús. Yo, vuestra amorosa Madre del Cielo, os lo pido, pues Mi corazón está apenado y lleno de dolor, y vuestro amor por Mi Hijo, vuestra confianza y devoción a Él alivian esta pena. Amén.
Te amo
Tu Madre del Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.
Jesús se levanta. Se arrodilla en el suelo con el rostro entre las manos. Está lleno de dolor por Sus sacerdotes y por el mundo: el Falso Profeta está arrastrando las tinieblas como brea por la Santa Iglesia de todo el mundo. La luz deja paso a las tinieblas y prepara la entrada de Satanás. Esto es lo que Jesús me muestra. Coge a Su Madre de la mano y vuelven al Cielo, donde les esperan los Santos Ángeles y Dios Padre. Los santos también están allí. El Cielo se está cerrando.
«Gracias, hija Mía. Haz que esto se sepa. Amén».
Origen: ➥ DieVorbereitung.de
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