sábado, 17 de enero de 2015

...¡Porque Solos Pereceréis!

- Mensaje nº 816 -

Hija mía. Mi querida hija. Escribe, hija Mía, y escucha lo que Yo, tu Madre del Cielo que te ama, tengo que decir hoy a los hijos del mundo: ¡Prepárate y defiende a Mi Hijo! ¡Sólo Él es vuestro Salvador! Nadie más os llevará a casa, sino que «ellos» vendrán a «secuestraros», porque os apartarán del camino del Padre y os conducirán con engaños y mentiras directamente al infierno del diablo, pero no os lo dicen, sino que os engañan y os mienten y fingen ser quienes no son.

Por tanto, poneos en guardia, hijos Míos, y estad prevenidos, porque sin que ni siquiera lo sospechéis, sois controlables, Manipulables y manipulados(!!) en todas vuestras acciones, y pronto dejará de existir una escapatoria de la maquinaria del demonio.

¡Rezad, pues, hijos míos, para que Jesús os muestre siempre el camino! Rezad pidiendo claridad y sabiduría, ¡porque solos pereceréis!

Debéis confiar en Mi Hijo, ¡y debéis rezar al Espíritu Santo! Sin Él no podréis desenmascarar las mentiras. Las creeréis y correréis tras las falsas, así que rezad pidiendo dirección y guía para que no os perdáis.

Hijos míos. Muchos de los planes malignos ya están en vuestro mundo, y ahora se hacen cada vez más visibles. Resistid, hijos míos, y utilizad la oración, ¡porque en la oración hay fuerza y poder y esperanza! Obtendréis perseverancia, ¡¡¡y podréis resistir lo peor!!!

Así que rezad, hijos Míos, y confiad en Mi Hijo. Yo, vuestra Santa Madre del Cielo, os lo pido, porque el fin está cerca, y no se perderá ni un alma. Amén.

Oración n.38: Oración por la transformación

Jesús, por favor, envía Tu Espíritu Santo a todos los niños para que los transforme y los conduzca hacia Ti.

Amén.

Hijos míos. Rezad esta pequeña oración, pues obrará maravillas en los corazones de muchos. Así no se perderán, y Mi Hijo también podrá redimirlos.

Os doy las gracias, Mis queridos hijos, y os bendigo.

Con profundo amor maternal, vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.