domingo, 21 de diciembre de 2014

¡La lengua de doble filo del demonio está entre vosotros!

- Mensaje nº 786 -

Hija mía. Mi querida hija. Di hoy a los hijos de la tierra lo siguiente: ¡No os dejéis engañar con dulces palabras de boca de los que quieren vuestra corrupción!

Estad prevenidos, hijos míos, y mirad detrás de las fachadas que el maligno ha erigido, para que no os deis cuenta de la verdad. El maligno juega contigo, y lo que hoy se derrite como el azúcar en tu lengua, ¡pronto se convertirá en amargura e infelicidad!

Así pues, ¡estate prevenido y no confíes en las palabras dulces! Como la miel, el maligno las unta alrededor de tu boca, pero la dulzura dará paso a la amargura y, como la brea y el azufre, se convertirá en tu ruina, pues el diablo es astuto y, a pesar de las palabras dulces como el azúcar, planea tu ejecución y te prepara el camino a su infierno, para ser eterno soberano de tu alma y deleitarse con tu tormento.

Hijos míos. Tened mucho cuidado, estad vigilantes y estad siempre preparados. Mi Hijo está preparado y os redimirá, pero debéis confesaros completamente a Él.

La confusión ha comenzado y es difícil ver las intrigas: Sólo se os muestra lo que el diablo quiere, pero se os oculta la verdad real, y sus mayores malhechores se os presentan como benefactores y pacificadores, ¡incluso como portadores de esperanza!

Así pues, ¡está advertido y confía completa y totalmente en Mi Hijo! La lengua de doble filo del diablo está entre vosotros, ¡y quien no la reconozca puede perderse fácilmente!

¡Así que preparaos para Mi Hijo y esperad la Nueva Era! Llevad alegría en vuestro corazón y rezad, hijos Míos. Rezad especialmente al Espíritu Santo para que os dé discernimiento, ¡pues lo necesitáis más cada día que pasa!

Estáis siendo llevados por mal camino, y muy pocos de vosotros sois conscientes de ello. Rezad unos por otros y contra la puesta en práctica de los malvados planes de la élite.

Sed uno en Mi Hijo y rezad día y noche. Pedid a vuestro Santo Ángel de la Guarda que rece con vosotros y con vuestra alma siempre y en los momentos en que estéis ocupados o distraídos. De este modo, vuestra oración nunca se interrumpirá y se seguirá realizando mucho bien.

Hijos míos. El fin está cerca, pero sólo vendrá lo peor. Fortaleceos en Mi Hijo. Él es vuestra única oportunidad de no perderos. Amén. Que así sea.

Tu amorosa Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.