domingo, 1 de marzo de 2015

Domingo, 1 De Marzo De 2015

Domingo 1 de marzo de 2015

Jesús dijo «Pueblo mío, el pueblo judío ha hecho sacrificios de sangre con animales durante muchos años en expiación por el pecado. En la primera lectura, Abraham fue puesto a prueba por Mi Padre, cuando estaba a punto de sacrificar a su único hijo. Un ángel fue enviado para sostenerle la mano, y en su lugar sacrificó un carnero. Yo vine como Redentor, y San Juan Bautista me llamó «Cordero de Dios». Más tarde, fui el Cordero inmaculado sacrificado en la cruz en expiación por todos los pecados de la humanidad. Esta imagen de Mi Crucifixión es el mismo sacrificio que se ofrece en cada Misa. Cada vez que veas la Hostia y el vino elevados, debes recordar Mi sacrificio físico de Mi vida por tus pecados. Cuando se habla del «sacrificio de la Misa», se trata de una ofrenda de Mi Cuerpo y de Mi Sangre por todos los pecados del mundo. Tienes Mi Presencia Real que recibes en la Sagrada Comunión, que requiere que tu alma esté sin pecado mortal, o cometes un pecado de sacrilegio. Reverencia Mi Hostia consagrada en la Sagrada Comunión y en la Adoración de Mi Santísimo Sacramento. Os he dejado Mi Presencia Real en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, cada vez que tenéis el sacrificio de la Misa. Alégrate de este don, y de Mi milagro, cada vez que tengas la transubstanciación del pan y del vino en Mi mismo Cuerpo y Sangre».