domingo, 8 de febrero de 2015

Mensaje De Nuestra Señora Y San Judas Tadeo Apóstol- 24 Aniversario De Las Apariciones De Jacareí - 375 Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora - En Vivo

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Jacareí, 8 de Febrero de 2015

24 Aniversario De Las Apariciones De Jacareí

375ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora

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Mensaje De Nuestra Señora Y San Judas Tadeo

(María Santísima): «Mis amados hijos, hoy que todavía estáis celebrando aquí el Aniversario de Mis apariciones. Vengo de nuevo a deciros Yo soy la Reina y Mensajera de la Paz, Yo soy la Mensajera de Dios, Yo soy la Mensajera de la Salvación, Yo soy la Mensajera del Espíritu Santo, Yo soy la Mensajera de la Gracia. Y todo el que acoge Mi Mensaje acoge el Mensaje de Aquel que Me ha enviado, acoge a Aquel que Me ha enviado.

Quien acoge Mi Mensaje acoge a Dios Mismo. Quien acoge Mis Llamamientos acoge a Mi Hijo Jesucristo. Quien acoge Mi Amor acoge a Dios Mismo que es Amor, acoge al Espíritu Santo Mismo que es Amor.

Abrid vuestros corazones y acoged Mi Mensaje en esta hora grave que pesa sobre toda la humanidad. Vosotros decidiréis ahora mismo el futuro del mundo. Si respondéis que sí a Mi llamada, el mundo se salvará. Si respondéis que no, el mundo estará condenado a la destrucción.

Por eso os pido, hijitos, que respondáis sí a Mi llamada maternal y acojáis Mis Mensajes, para que tengáis la salvación del Señor, para que tengáis la gracia del Señor y para que, en el Nombre del Señor, os salvéis de todos los males que ahora pesan sobre vosotros.

Yo soy el Mensajero de la Paz, que viene a traer del Cielo un Mensaje de Esperanza a todos Mis hijos. ¡No os desaniméis! Ahora estáis atravesando las últimas etapas de la Gran Tribulación, por lo que los sufrimientos han aumentado mucho. Pero, tanto como aumenten los sufrimientos, tanto más aumentarán Mis gracias, Mis consuelos, Mis luces, Mis bendiciones sobre vosotros, hijos Míos. Porque Yo soy vuestra Madre amorosa, y también vuestra Madre Dolorosa, que sufre con vuestros dolores, con vuestros sufrimientos, que se compadece de vuestros sufrimientos y aflicciones, y que está siempre dispuesta a daros consuelo en cualquier momento en que Me necesitéis.

¡Tened esperanza! Dios no está muerto, está vivo, Mi Hijo Jesús está vivo y pronto actuará con poder para liberar al mundo entero del dominio de Satanás, del dominio del pecado y también os dará la liberación de todos los males de este mundo y os conducirá a los Cielos Nuevos y a la Tierra Nueva que Él está preparando para todos, para cada uno de vosotros.

¡Esperad y confiad! Rezad hijos míos, Mi Hijo Jesús vendrá pronto y convertirá todas vuestras oraciones en una gran victoria para vosotros. Mi Hijo se deja tocar. Rezad, rezad Conmigo, porque cuando rezáis Conmigo, Mi Hijo se deja tocar rápida y fácilmente como en las Bodas de Caná, y no tardará en derramar una lluvia de gracias sobre todos vosotros.

Yo soy el Mensajero de la Paz, que ha venido a daros un Mensaje de Amor. He venido a deciros que Dios es Amor, Dios es Verdad, Dios es Paz, y sólo en Él podéis encontrar la verdadera felicidad, la verdadera Paz y la plenitud de vida. Por tanto, convertíos y volved al Señor, morid a vosotros mismos. Es decir, morid a vuestra voluntad corrupta y pecadora, negaros a vosotros mismos, negaros los placeres y pecados de esta vida para que podáis purificaros y estar bien preparados para recibir tantas y tantas gracias que Mi Hijo quiere daros.

Abrid vuestros corazones a Mi Hijo Jesús que quiere la paz para vosotros, pero sólo puede dar la paz a un corazón convertido. Así que convertíos de verdad, cambiad de vida. La conversión no es difícil para los que abren verdaderamente su corazón al Señor. Abrid vuestros corazones, rezad hasta que tengáis la gracia de abrir vuestros corazones y recibir la poderosa afluencia del Espíritu Santo.

Soy el Mensajero de la Paz, y he venido del Cielo para advertiros de que la Paz del mundo está en peligro. Las guerras estallan por todas partes, en las familias no hay paz, ni orden, ni amor, ni respeto. Sólo hay telenovelas y películas indecentes, modas inmorales, vanidades, maldiciones, blasfemias, insultos, acusaciones, falsedades y mentiras. El universo entero está envenenado con estas modas, con esta indecencia que reina en las telenovelas, en las películas, en las modas, en las costumbres, en todo lo que veis y oís. Debéis purificar a vuestras familias de todas estas cosas de Satanás, si queréis de verdad ser visitados por el Espíritu Santo, por Mí, por los Santos y por la Paz familiar.

Rezad en familia, rezad Mi Rosario. Y si vuestros hijos no están acostumbrados a la oración, empezad a rezar con ellos el Rosario de Mi Inmaculada Concepción, de las Lágrimas, de la Misericordia, de la Paz, hasta que nazca en sus corazones el gusto por la oración. Rezad con ellos con el corazón, como Mi hijito Marcos os enseñó a rezar Aquí, abriendo vuestros corazones a Mi Jesús y a Mí, hablándome sinceramente, profundamente, haciendo una oración viva. Entonces sentiréis la visita de Dios, sentiréis la visita del Espíritu Santo, sentiréis la gracia del Altísimo inundándoos.

Soy el Mensajero de la Paz, y he venido a deciros que para detener las guerras, para detener las guerras que amenazan la Paz del mundo, para detener la destrucción de las familias, de la juventud, de los niños, del mundo. Sólo hay una cosa que puedes hacer y utilizar: La oración. No con palabras, sino con la oración conseguirás la Paz.

Por tanto, haced por todas partes los Grupos de Oración que os he pedido Aquí, rezando Mis Rosarios Meditados, haciendo Mis Cenáculos por todas partes, llevando a Mis hijos Mis Apariciones, las Vidas de los Santos, Mis Horas Santas de Oración. Porque sólo así, hijitos, difundiréis la Paz por los caminos ensangrentados del mundo, llenos de tantos sufrimientos, llenos de tantos sufrimientos para Mis hijos.

Id por todas partes llevándome de casa en casa y haciendo Mis Grupos de Oración por todas partes, porque ésta es la última esperanza de la humanidad.

Soy la Mensajera de la Paz y he venido a deciros que soy vuestra Madre Dolorosa. No quiero que sufráis en el futuro, hijos Míos, por eso os digo: Convertíos sin demora, para que el gran Castigo de Dios no caiga sobre vosotros por vuestros pecados. Cambiad verdaderamente vuestras vidas, poneos en Mis Manos, para que Yo os conduzca a Dios. Obedeced Mis Mensajes, y Yo os conduciré con seguridad a la santidad y al Cielo.

Esta semana conmemoraréis también el Aniversario de Mis Apariciones en Lourdes. Me aparecí en Lourdes para deciros que soy la Inmaculada Concepción, concebida sin pecado, ¡soy la santidad misma, soy la gracia! Y todos los que vengan a Mí estarán en gracia de Dios, porque a todos los que vengan a Mí y Me amen les comunico la vida, la vida de Dios, la vida de la gracia santificante, el amor del Espíritu Santo y esta alma vivirá siempre en verdadera gracia y amistad de Dios. Y esta alma será amada por Dios como una piedra preciosa, como una flor de gran belleza y perfume que agrada al Corazón del Altísimo.

Me aparecí en Lourdes para deciros que soy vuestra Madre misericordiosa, que ofrece a todos, por las manos de mi hijita Santa Bernadette, la Fuente de la gracia, la Fuente de la purificación, la Fuente de la paz, la Fuente del amor, la Fuente de la curación, que os da la salud perfecta en el cuerpo y en el alma y os conduce cada vez más por el camino de la alegría y de la salvación.

Me aparecí en Lourdes para deciros que la oración del Rosario que recé con Mi hijita Bernadette en la gruta de Lourdes es Mi oración favorita. Y los que aman Mi Rosario y lo rezan entero cada día, son Mis hijos más queridos, los que más amo, los que prefiero a todo lo demás y los que están siempre cerca de Mi Corazón. Los estrecho a Mi Corazón, los miro con Amor, y estos hijos Míos obtienen de Mí todo lo que piden, porque a Mis hijos que rezan el Rosario no les niego nada, porque tocan la fibra más íntima de Mi Corazón Inmaculado.

Con el Rosario seréis santos como Mi hijita Santa Bernadette. Con el Rosario Me amaréis con todo vuestro corazón, con el amor verdadero y perfecto que tiene Mi hijito Marcos, un amor que es más fuerte que nada en el mundo. Y también haréis cosas hermosas, grandes y maravillosas por Mí, como hicieron él y Mi hijita Bernadette.

Reza el Rosario, a quien rece Mi Rosario le prometo la salvación y el Paraíso.

Debes santificarte, dije a Mi hijito Marcos en Mi primera aparición. Debes santificarte para agradar a Dios, debes santificarte para santificar al mundo. Debes santificarte para que la Paz sea dada a la Tierra, reine en la Tierra. Hay que santificarse para que el mundo ensuciado por el pecado, por los vicios que ahora lo dominan todo, este mundo ensuciado por los siete pecados capitales que ahora triunfan, pueda volver a ser un jardín de gracia, de belleza y de santidad.

Hay que santificarse para purificar, embellecer y perfumar el mundo y desterrar el hedor de los pecados capitales. Hay que santificarse para que las almas conozcan el Amor de Dios, la ternura de Dios. Es necesario santificarse para que triunfe Mi Corazón Inmaculado. Por tanto: ¡Santificaos!

A todos bendigo con Amor ahora desde Lourdes, desde Montichiari y desde Jacareí».

(San Judas Tadeo): «Amados hermanos Míos, Yo, Judas Tadeo, Apóstol y Siervo del Señor, vengo hoy para dar ya una temprana bendición de Cumpleaños a Mi amadísimo Marcos Tadeo, Mi ferviente devoto y Mi Apóstol en el mundo y también para deciros: Cree en el Señor Jesús y serás salvado por Su Nombre.

Cree en el Señor Jesús y a Él le entregarás tu vida, le entregarás tu corazón, le darás tu «sí» como hizo Nuestra Santísima Reina. Y verdaderamente, Él realizará en ti Sus Planes de Salvación y realizará en tu vida una gran gracia que será tanta, tan grande, que rebosará para que muchos beban de ella y también se salven.

Cree en el Señor Jesús y responde a Su llamada como hice yo, Él me miró a los ojos y me dijo: Ven y sígueme. Y la misma llamada os hace Él aquí desde hace 24 años personalmente en estas Apariciones y también a través de Su Santísima Madre.

Responde a la llamada del Señor y di: Sí, Señor, habla y tu Siervo escuchará. He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según Tu Palabra.

Da tu sí al Señor, para que realice en tu vida Su Plan de Salvación. Dios tiene un Plan para cada uno de vosotros, y también se os confían muchas almas, un gran número de almas. Con vuestro sí os salvaréis a vosotros mismos y a ellas. Si le dais un no a Dios, os perderéis a vosotros mismos y a ellas.

Por eso os digo: responded sí a la llamada del Señor, que sólo os pide vuestro corazón, vuestro amor. No os pide cosas imposibles, sino sólo que Le améis y que améis a las almas como Él las amó, buscando su salvación mediante oraciones, sacrificios, ejemplos y santos consejos. Y, sobre todo, dándoles tu amor sobrenatural, es decir, el amor que no busca nada a cambio, salvo la salvación de esa alma.

Cree en el Señor Jesús y en Su Palabra, pues yo creí en Él, y esta Palabra hizo de Mí uno de los pilares de la Iglesia, un Apóstol de los gentiles, un Apóstol cuya lengua era más afilada y cortante que una espada, y cuya voz era más fuerte que un trueno.

Cree en el Señor Jesús y entrégale tu ser para que Él pueda utilizarte, para que Él pueda utilizar tu corazón para hablar, para amar, para liberar, para convertir y para salvar a tantos hijos Suyos, hijos del Señor que están perdidos en este mundo de tinieblas.

Conviértete y cree en el Señor Jesús, que pronto volverá a ti en gloria. Su regreso es inminente, convertíos para que Él os salve, para que os encuentre preparados y con corazones verdaderamente dignos de la Corona que os está preparando.

En la casa del Padre hay muchas mansiones, pero para ganar estas mansiones, hermanos míos, tenéis que sacrificaros, tenéis que rezar, tenéis que negaros a vosotros mismos, morir a vosotros mismos, es decir, renunciar a vuestra voluntad y a los placeres de este mundo. Fui elevado a estas altísimas moradas, después de una vida de mucho trabajo, predicación, sacrificios, caminatas y, finalmente, un martirio dolorosísimo, que Me valió la Corona de la Vida Eterna.

Por tanto, sin sacrificio, sin trabajo, nadie puede ir al Cielo. Trabaja, pues, por tu Corona y por ganar la Corona para tus hermanos. Con tus sacrificios puedes ganar la Corona de la Vida Eterna y dar a muchos de tus hermanos esta Corona. Trabaja, pues, y multiplica los Dones que el Señor te ha dado, para que puedas obtener estas Coronas para tu prójimo, y para ganar todas las almas para el Señor.

Reza el Rosario que Mi amado Marcos siempre rezó y ofreció por ti. Rezad Mi Rosario al menos una vez a la semana, porque tengo tantas gracias en la bóveda de Mis méritos, de Mis tesoros para daros a vosotros Mis hermanos. Deseo tanto beneficiaros, rezad, porque muchas gracias sólo pueden obtenerse por Mi intercesión. Así que rezadme, rezad Conmigo, y Yo realizaré tantas gracias en vuestra vida que verdaderamente lloraréis de alegría.

Yo, Judas estoy contigo en cada momento de tu vida, y nunca te abandono. Mi Nombre significa, amoroso, valiente, valeroso, el que alaba a Dios, intrépido, martillador.

Sé también otro Tadeo, para que de verdad, seas valiente para proclamar la Palabra de Dios, amando al Señor y a la Santísima Virgen renunciando a todo pecado por amor a Ellos. Y cultivando cada día una devoción solícita, amorosa y verdadera hacia Ellos.

Que seáis el martillo de las conciencias llamando a los pecadores a convertirse y a cambiar de vida. Que seáis de verdad los que alabáis al Señor todo el tiempo, todo el día y en todas partes. Y que vuestra vida sea una gran y eterna alabanza al Señor y a Su Madre.

Sobre todos vosotros derramo ahora una gran lluvia de gracias que he alcanzado con los méritos de Mi vida y de Mi Martirio, de parte del Señor.

Paz a todos vosotros queridos hermanos, paz a ti Marcos, siempre has sido Mi verdadero y ardiente devoto y por eso siempre te he amado. Hoy he venido porque tu amor Me atrajo. Difundiste Mi Rosario entre Mis hermanos y hermanas y este gran amor tuyo tiró de Mí, Me atrajo desde el Cielo como un imán atrae el hierro. Estoy muy cerca de ti, camino contigo, trabajo contigo, duermo a tu lado, me despierto a tu lado, sufro a tu lado, descanso a tu lado. Estoy contigo en cada momento de tu vida.

He venido también porque la señora que iba a venir hoy con San Benito, decidió más bien, decidió que yo viniera, y me alegré de venir aquí. San Benito vendrá pronto, volverá pronto.

Sé feliz amada y amado de los Santos, amado de la Madre de Dios.

(María Santísima): «Gracias hijos Míos, gracias por la hermosa Fiesta de Mi Cumpleaños de Mis Apariciones aquí que me habéis regalado.

Gracias también a Mis Hijos que junto con Mi hijo Marcos Me habéis dado este grande y maravilloso Sol refulgente para ayudar verdaderamente a Mis hijos a comprender que Yo soy la Mujer vestida de Sol, la Inmaculada Concepción, la criatura que Dios más ha elevado, elevada a la más alta dignidad de Madre de Dios.

Y que aquí, a Mis pies, a los pies de este Sagrado Altar, Mis hijos encontrarán todas las gracias, toda Mi Misericordia, todo Mi amor para remediar sus sufrimientos y también sus dolores.

Doy las gracias a todos los que trabajan para Mí y que han venido con el corazón abierto a consolarme y alabarme, a amarme.

¡Paz!

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