Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
sábado, 7 de febrero de 2015
Mensaje Del Eterno Padre Dios Y De Nuestra Señora - Solemnidad Del 24º Aniversario De Las Apariciones De Jacareí - 374ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora
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Jacareí, 7 de Febrero de 2015
Solemnidad Del 24º Aniversario De Las Apariciones De Jacareí
374ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora
Mensaje De Dios Padre Eterno Y De Nuestra Señora
(Padre Eterno): «Mis amados hijos, Yo, vuestro Padre, me alegro de nuevo de estar hoy con vosotros en este día tan hermoso para vosotros y para Mí, el Aniversario de la Primera Aparición de Mi amadísima Hija, María, entre vosotros Aquí en el lejano año 1991 a Nuestro amado Hijo Marcos.
Sí, aquel 7 de Febrero derramé gran Misericordia sobre toda la Tierra, derramé Mi gran Amor sobre toda la Tierra y favorecí a toda la Tierra con Mi Gracia, con Mi bondad.
Al enviar a María entre vosotros, os he dado realmente la mayor de todas las gracias que podía daros: la Madre de Mi propio Hijo, para guiaros por el camino de la perfección y de la santidad. Para enseñaros lo que Me agrada, para enseñaros la manera perfecta de amarme, para enseñaros la manera perfecta de ser Santos.
He derramado toda Mi Misericordia y a través de estas Apariciones de la Virgen María aquí, Mi Hija Amadísima y Madre de Mi Hijo, he revelado al mundo entero cuánto os amo y cuánto soy el Padre del Amor.
Soy el Padre del Amor, y por eso he enviado aquí a la Madre de Mi Hijo para arrancaros de las garras de Satanás, para sacaros del camino del infierno en el que estabais, y para conduciros cada día por el camino de la Paz, de la Oración, que os llevará a vuestra salvación eterna.
Cuántos de vosotros sé bien que estaríais fatalmente condenados, si yo no hubiera enviado aquí a María. Sí, en este acto fui y he sido un Padre amoroso para todos vosotros. A nadie se le han negado aquí Mis gracias, si Me lo pide con Amor, confianza y con la humildad que Yo deseo, es decir, no viniendo nunca directamente a Mí, sino viniendo a Mí a través de María, porque sólo Ella puede hacerme propicio a vosotros y sólo Ella es la Abogada que puede obtener de Mí para vosotros Misericordia y salvación y cambiar Mi justicia en perdón y vida eterna para vosotros.
Yo soy un Padre de Amor que durante todos estos años de María Aquí nunca me canso de mostrarte Mi gran Amor. A través de Ella y de Sus Mensajes, de cuántas asechanzas de Mi enemigo infernal os he arrebatado, de cuántas tramas diabólicas no os he librado Aquí a través de María. De cuántos males del cuerpo y del alma no os he liberado Aquí por medio de María. Cuánta gracia, cuánta luz en vuestras almas no he derramado a través de los Mensajes de María.
A través de todo lo que ella ha hecho aquí, os he mostrado que soy vuestro Padre de Amor. Os he dado aquí una Fuente para aliviar vuestro sufrimiento y sanar vuestro cuerpo y vuestra alma. Os he dado la Fuente de Mi Hijo Jesús, la Fuente de Mi Siervo José, os he dado las Medallas para proteger vuestro cuerpo y vuestra alma de todo ataque de Satanás y para manteneros siempre cubiertos por el Manto de María y Mis Manos.
Te he dado aquí tantos signos claros y evidentes, de que soy un Dios vivo, lleno de Amor, y de que no he venido a condenar a nadie, sino a salvar. Yo perdono siempre a los pecadores arrepentidos, y sólo condeno a los obstinados. Por tanto, hijos míos, convertíos y no endurezcáis vuestros corazones como aquellos pueblos que, en el desierto, se volvieron contra Mí y contra Mi siervo Moisés, rechazando las órdenes y las leyes que les di por boca de Mi siervo.
No seáis como ese pueblo recalcitrante contra Mi amor, sino, hijos Míos, sed como el bendito pueblo de Nínive, que se arrepintió e hizo penitencia al recibir Mi Mensaje a través del Profeta que envié.
No seáis como el pueblo de Sodoma, cuyos corazones estaban tan endurecidos que no pude salvarlos. No miréis a Sodoma, no miréis al mundo, a sus pecados como la mujer de Lot, o seréis castigados por Mi Justicia y moriréis eternamente como ella.
Mirad en cambio hacia Mí, hacia Mí que tanto os amo, que soy vuestro Padre de Amor, y estoy dispuesto a perdonaros 70 veces 7 al día, si de verdad tenéis contrición por vuestros pecados y el deseo de no hacer más daño a Mí.
He revelado y dado Mi gran Amor al mundo enviando aquí a María para mostraros en Su bondad, en Su ternura, en Su afecto, en Su dulzura Mi Amor, Mi afecto, Mi dulzura. Porque María fue creada por Mí, fui Yo quien la formé y quien la preparó semejante a Mí en todo, excepto en la naturaleza divina, pero idéntica a Mí, en el Amor, en la Misericordia, en la Bondad.
Y en Su Bondad podéis sentir Su Afecto, podéis sentir el Mío, en Su Amor podéis experimentar el Mío, en Su Mirada y en Su Sonrisa podéis ver la Mía.
Entonces, Hijos Míos, venid a María y Ella os llevará a Mi Hijo Jesús, y Él os llevará a Mí. Entonces, cuando Nosotros dos nos encontremos, Yo y tú, hijo Mío, Yo y tú, el enemigo ya no podrá bloquear tu camino, ya no podrá impedir la afluencia más poderosa de Mis gracias en ti.
Ven a Mí a través de María, y nunca te rechazaré, sino que te abrazaré fuertemente, pondré la sandalia de Mi gracia en tus pies, el manto de Mi bondad, pureza y amor en vuestras almas, os pondré el Anillo de Mi predilección, y juntos cenaremos, y grande será vuestra felicidad Conmigo.
Arrepentíos de vuestros pecados, porque este mundo que ya ha tocado el fondo de su pecado, de su perdición, de su rebelión contra Mí, ya ha sobrepasado todos los límites de la violencia, de la impureza, de las guerras, de la falsedad, de la calumnia, de la mentira, de la deshonestidad, de la maldad.
Y por eso pronto Me levantaré de Mi Trono para poner fin a todo ello, y cuando eso ocurra, la tierra entera temblará con una fuerza mucho mayor que la de 50 terremotos juntos. Y hasta el Cielo huirá de Mi Rostro iracundo cuando manifieste Mi poder para poner fin a tanto crimen y pecado que contemplo cada día entre lágrimas, viendo cómo Mis hijos se destruyen y se arrojan en manos de Satanás para que haga con ellos lo que quiera.
Por eso vendré a poner fin al pecado, vendré a poner fin a la maldad. Y finalmente, el rebelde, el que se ha vuelto contra Mí desde el principio, será arrojado a las llamas eternas junto con todos sus seguidores. La Tierra quedará limpia, pura, y Yo os daré un tiempo de felicidad que nunca habéis conocido.
Un hermoso Cielo verás, una nueva Tierra disfrutarás y gozarás, y en tu boca que durante tanto tiempo, tantos años de tu boca, sólo salieron lamentos, gemidos de dolor en este tiempo de tribulación. En tu boca pondré un cántico nuevo, y Me glorificarás con toda la Tierra finalmente liberada del poder de las tinieblas.
Apresura tu conversión, pues estoy a la puerta. Mientras esté aquí, Mi Amor se os ofrece mil veces al día, aceptadlo para que tengáis vida eterna en Mí.
Hoy os bendigo a todos con gran Amor, por medio de Mi Hija María Santísima, que es vuestra Reina y que es Mi delicia, Mi alegría y que es verdaderamente, Mi sonrisa para vosotros.»
(Bienaventurada María ) : «Mis amados hijos, hoy celebráis el Aniversario de Mis Apariciones aquí a Mi hijito Marcos Tadeo. Mi hijo predilecto, el más obediente y dedicado de Mis servidores.
Me aparecí Aquí en Jacareí, como Reina y Mensajera de la Paz, para traeros la Paz, y llevar a toda la humanidad desgarrada por las guerras, el pecado y la discordia, a la salvación, que sólo podéis encontrar en Dios.
Soy la Reina y Mensajera de la Paz, tengo la misión de dar la Paz a tu corazón, pero no puedo dar la Paz a un corazón dominado por el pecado. Renuncia a él y abre tu corazón a la gracia de Dios y a Mí, para que pueda llenar tu corazón de esta Paz hasta que se desborde por el mundo entero como un río de vida.
Soy la Reina y Mensajera de la Paz, y he venido a traer la Paz a las familias, a la Iglesia y a las familias. Por desgracia, muchos no me han aceptado. Por eso las familias no tienen Paz, la Iglesia no tiene Paz, y conoce el tiempo de su mayor Apostasía, de la pérdida de creyentes, del abandono de muchos, de escándalos y pecados, incluso casi cerrando sus puertas en muchos lugares.
Si la Iglesia hubiera aceptado Mi Mensaje de La Salette de Lourdes, de Fátima, de todas Mis Apariciones hasta que llegué aquí, y especialmente los Mensajes que doy aquí. No se podrían construir suficientes Iglesias en el mundo para tantos convertidos, para tantos hijos Míos que quisieran entregar su vida a Dios.
La lucha es grande, la batalla es ardua, aún nos queda mucho camino por recorrer para lograr la conversión de toda la humanidad y conducirla a Dios. Por eso os pido que hagáis Grupos de Oración por todas partes, rezando Mi Rosario, llevando Mis Mensajes y presentando a Mis hijos las Vidas de los Santos y Mis Apariciones que Mi hijito Marcos hizo para vosotros en sus películas. Verdadera gracia, tesoro y maravilloso regalo de Mi Corazón Inmaculado, hecho para toda la humanidad por sus manos, por su corazón, que es el puente entre vosotros y Yo.
Yo soy la Reina y Mensajera de la Paz, y hoy quiero darte el Regalo divino de la Paz, acéptalo, acógelo en tu corazón, difúndelo, transmítelo con la palabra, con la oración, con tu ejemplo. Llevando a todos Mis hijos, a todos los caminos: Mi Paz, Mi Amor, Mi Misericordia Maternal. Para que todos Mis hijos, Me conozcan, Me amen, y a través de Mí, conozcan y amen al Señor.
Soy la Reina y Mensajera de la Paz, y he venido del Cielo para deciros que el tiempo que el Señor ha dado para que la humanidad vuelva a Él ha llegado a su fin. Ahora debes reformar tu vida, reformar tu alma, reformar tu oración, reformar tu espíritu de sacrificio, reformar tu familia. Emprender una conversión sincera un poco cada día, un paso cada vez, pero siempre para que cada día pueda acercarte más a Dios y prepararte mejor, más profundamente, para la venida de Mi hijo Jesús, que ya está a la puerta.
Mis apariciones aquí, son la señal profética para toda la humanidad, el profeta del Apocalipsis Me vio en Mis apariciones en Jacareí hablando al mundo. Y a él le reveló Mi hijo Jesús en la Última Cena que Yo me aparecería aquí a Mi hijito Marcos, y que a través de este hijo Mío tan amado conduciría a muchas almas a la oración, a la conversión, a la salvación.
Sí, Mis apariciones aquí estaban ya desde toda la eternidad en los pensamientos del Señor, en el corazón del Señor. Y vengo Aquí, por tanto, para cumplir la última parte del Plan Divino de Dios, que culminará en Su y en Mi mayor Triunfo sobre todas las fuerzas del mal.
Así pues, ¡ayúdame! ¡Trabaja Conmigo! ¡Reza más! Los que recen dos horas al día, que recen tres, como os he pedido. Y los que recen tres, recen cuatro ahora que se acerca la hora más dura y difícil de la batalla.
Sí, hijos Míos, esta reñida batalla culminará en Mi mayor victoria sobre Satanás. Debéis aseguraros vuestra completa victoria Conmigo dándome hoy vuestro sí y caminando Conmigo por el camino que todos estos años os he enseñado y mostrado aquí.
Soy la Reina y Mensajera de la Paz, y he venido a decirte que sólo en el amor de Dios puede el hombre encontrar saciedad para el hambre y la sed de amor de su alma. Sólo en Dios puede el hombre encontrar el verdadero sentido de la vida que le da la felicidad, que le da la paz y la alegría.
Mis Apariciones aquí son la gracia más grande, la gracia resonante de Mi Corazón Inmaculado, es la Tabla de Salvación Definitiva que Dios te ofrece. No la tires, o perecerás.
Dadme vuestro sí, dadme vuestro corazón hijos Míos, y Yo cambiaré completamente vuestra vida hoy. Y la transformaré en una vida radiante de gracia, belleza y santidad, como hice con Mi hijito Benito y con tantos santos que Me dieron su sí.
Y así como he sido el Sol radiante en la vida de Mi hijito Marcos durante veinticuatro años, guiándole a la luz de la gracia del Señor, Yo también seré vuestro Sol guiándoos por el camino de la salvación, del amor, de la gracia y de la santidad.
Os bendigo a todos hoy una vez más con el amor de Fátima, Lourdes, Guadalupe, Quito y Jacareí.
Derramo ahora sobre todos Mis hijos que llevan la Medalla de la Paz al cuello, sobre todos aquellos que hacen Mi Hora de la Paz cada día, rezan Mi Rosario, hacen los Grupos de Oración y son verdaderos hijos obedientes a Mí. Mi Gracia, Mi Bendición Especial, que permanecerá con vosotros hasta el final de vuestras vidas, y que podréis transmitir a los demás. Y también concedo ahora a Mis hijos obedientes la Indulgencia del Señor».
Participa en las Apariciones y oraciones en el Santuario. Infórmate en el Tel: (0Xx12) 9 9701-2427
Página web oficial: www.aparicoesdejacarei.com.br
Retransmisión en directo de las representaciones.
Sábados A Las 4:00 Pm - Domingos A Las 10:00 Am.
Sitio web oficial: www.aparicoesdejacarei.com.br
Tienda en línea: www.presentedivino.com.br
Orígenes:
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