sábado, 18 de julio de 2015

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz sea con vosotros!

Hijos míos, mirad a la cruz de vuestros rosarios y entregad vuestros corazones y vuestras vidas a mi Divino Hijo. Mirad a mi Divino Hijo en la cruz de vuestros rosarios y pedidle la fuerza y la gracia para no cometer más pecados.

Rezad, rezad, rezad. Sin oración no hay gracia ni bendición. Sin oración no hay conversión, y sin conversión no hay salvación. Convertíos, convertíos, convertíos. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, durante la aparición, la Virgen ha rezado tres veces y majestuosamente la oración que ya me enseñó en el pasado:

¡Que el Señor sea siempre glorificado, adorado y amado!

Con qué gran respeto, adoración y amor dice estas palabras dirigidas al Señor. Debemos aprender de la Virgen a rezar bien y con más fe, a pedir en nuestras oraciones que el Señor nos conceda la gracia de aprender a rezar con el corazón y con amor. De este modo, cada pequeña oración tendrá un valor inmenso y precioso a sus santos ojos.