sábado, 24 de enero de 2015

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, gracias por vuestra presencia aquí en este lugar bendecido por vuestra Madre Celestial.

Os amo y deseo llenar vuestros corazones de las gracias más santas. Rezad siempre el rosario. Con el rosario abriréis muchos corazones endurecidos y cerrados. ¡Y muchos se convertirán a Dios!

A través de esta poderosa oración el cielo mira a la tierra con misericordia, los malvados abandonan sus malos caminos, los justos se vuelven cada vez más santos, los ciegos vuelven a ver la luz de Dios y muchos enfermos encuentran consuelo, alivio y curación para sus enfermedades.

Dios quiere mostrar en la Amazonia el poder del rosario rezado con amor y con el corazón, para destruir las fuerzas del mal y el poder del infierno que está seduciendo y llevando a muchos de mis hijos a la muerte eterna y al pecado, lejos de la fe y de la Iglesia.

Escuchad, hijos míos, la oración aleja tantos males y cura a las familias rotas. Éste es el momento de hacer buen uso de la oración, porque vuestra Madre está aquí para ayudaros a pertenecer a Dios.

En Itapiranga me manifesté para hablaros del gran amor de Dios por vosotros, sus hijos e hijas. Abrid vuestros corazones al Señor y Él enviará poderosamente al Espíritu Santo, para que os enseñe las cosas de lo alto que harán de vosotros verdaderos discípulos de mi Hijo Jesucristo.

Que vuestras familias se conviertan en el lugar donde mi Hijo Jesús pueda morar siempre con su amor.

Que sus corazones sean su morada, su cielo en la tierra.

Gracias por escuchar mi invitación a la oración y a la conversión. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.