jueves, 27 de febrero de 2014

Ven Santísima Trinidad

Mi querido y amado hijo este es tu Dulce Jesús. Os amo a todos entrañablemente. Hijo mío, estoy contigo de una manera especial cuando escribes. Deseo estar con todos Mis hijos de esta manera especial para que puedan oírme cuando les hablo. Pero tienen que sentarse y escuchar para oírme y estar en estado de gracia santificante. Pido a todos Mis hijos que se confiesen al menos una vez al mes y, si se encuentran en estado de pecado mortal, que vayan más a menudo si es necesario, para que no se encuentren en estado de pecado mortal si llegan a morir.

Es muy importante que Mis hijos empiecen a vivir en la Voluntad de Dios en el grave momento en que se encuentra el mundo ahora. El tiempo de vuestro país y de vuestro mundo es muy serio ahora. La tecnología está tan avanzada que miles e incluso millones de personas podrían morir de una sola vez. No sólo por la tecnología, sino por las principales fallas de tu país que están bajo mucha presión y podrían desplazarse en cualquier momento y causar un gran terremoto que podría provocar un gran tsunami. Tambien la tierra esta bajo mucha presion en las zonas donde los volcanes podrian entrar en erupcion y matar a mucha gente. En el Apocalipsis se habla de cómo la Tierra sufrirá tal agitación en los últimos tiempos, en los que nos encontramos ahora. Todo el mundo debe intentar mantenerse en estado de gracia en todo momento por el bien de su alma. Tu Amado Jesús. Tu Madre quiere hablar.

Hijo mío, ésta es tu Dulce Madre de Amor y Misericordia por la que la Trinidad está pasando todas sus gracias en estos últimos tiempos. La Trinidad me eligió a Mí, la Madre de Jesús, para traer a Jesús a este mundo y Jesús me entregó a todos los hijos de la tierra desde la Cruz para ser su Madre. La Santísima Trinidad elige pasar todas las gracias que salen al mundo a través de la Madre María. La Trinidad también elige todas las oraciones que se dicen en la tierra para que vuelvan a su Madre antes de que vayan a la Trinidad para añadir más bendiciones a las oraciones de Mis hijos y así poder dar a la Trinidad más amor a través de las oraciones de Mis hijos.

La gente no quiere creer que los hijos de la Tierra son hijos de la Madre de Jesús, pero Él eligió dárselos a Su Madre. Dios puede hacer lo que quiera porque es Dios. Por favor, no metas a Mi Hijo y a la Santísima Trinidad en una caja y pienses que piensan como tú o como yo, porque no hay un marco temporal en el tiempo de Dios. Él puede hacer lo que quiera, cuando quiera por el bien de la salvación de Sus hijos. Sí, son Sus hijos y Mis hijos (Madre María) y también tus hijos en el modo de pensar de Dios porque todos somos Un Cuerpo en Cristo.

Cuando peques, no pienses que sólo te haces daño a ti mismo. Haces daño a todos Nuestros hijos. Cuando haces algo bueno, estás ayudando a todos los hijos de Dios. Todos somos responsables los unos de los otros en esta vida. Así que, por favor, empezad a ayudaros los unos a los otros en lugar de menospreciaros. Cuando menosprecias a otra persona por cualquier motivo, en realidad te menosprecias a ti mismo más que a la persona a la que condenas a los ojos del Cielo. Si no te pones en el lugar de otra persona, no sabes lo que harías si estuvieras en su lugar. Es correcto corregir a los demás por sus pecados, pero díselo de buena manera, no lo hagas a sus espaldas, y sigue amándoles por la persona que son. Debes amar al pecador pero odiar el pecado que comete y rezar por él. Esto es todo por ahora. Mi Hijo y tu Madre Amorosa.