Mensajes al Refugio Sagrada Familia, EEUU

 

domingo, 23 de febrero de 2014

Ven Santísima Trinidad

 

Mi hijo muy amado, te amo a ti y a todos Mis hijos. Di a Mis hijos que necesitan empezar a confiar más en su Dios que en los caminos del mundo. El camino del mundo os ha llevado a las profundidades del pecado que nunca se han expresado en la tierra desde el principio de los tiempos. El pecado está en su máximo esplendor desde el principio del mundo. He hablado de esta era en la que estamos desde hace 2000 años y de ella se habla en el Apocalipsis.

Hijos míos, ahora estáis viviendo el Apocalipsis. Se habla de ello en toda la Biblia de todos los profetas de la antigüedad. Por favor, empezad a leer más la Biblia porque esto explicará lo que está ocurriendo en la Tierra ahora en este tiempo. Todos los mensajes que se dan desde el Cielo, si el mensajero es de Dios, sólo confirmarán la Biblia y la enseñanza sobre la Iglesia Católica y los Sacramentos. Dios comenzó los Sacramentos en la Última Cena y en Su muerte en la Cruz para dar a la Iglesia y a Su pueblo las gracias necesarias para vivir los Diez Mandamientos y permanecer en estado de gracia aquí en la tierra para que puedan ser felices en el Cielo algún día.

El Sacramento de la Confesión fue dado para permitir que las personas que cometen pecados purifiquen de nuevo su alma y vuelvan a estar en gracia santificante para que puedan recibir de nuevo la plenitud de Su sacramento. Hijos míos, debéis confesaros, si sois católicos, después de cometer un pecado mortal o un pecado mortal, antes de volver a comulgar y cometer otro pecado mortal. Si eres católico o cristiano, debes saber lo que es un pecado mortal. Un pecado mortal es cualquier pecado contra los Diez Mandamientos con el conocimiento de que el pecado que cometes. Sabes que es un pecado mortal, decides hacerlo de todos modos sabiendo que es mortal, y lo haces de todos modos con tu propia voluntad sin la fuerza de ninguna otra persona que te obligue a hacerlo sin tu consentimiento. Tienes que hacerlo tú sin que nadie te obligue mediante drogas, o su fuerza, o cualquier medio sobre el que no tengas control. Y si es un pecado mortal, tienes que arrodillarte si eres cristiano o católico y pedir perdón a Dios lo antes posible. Y si es católico, tienes que confesarte con un sacerdote católico y confesarlo lo mejor que puedas y recibir la absolución. Haz penitencia con dolor de corazón, y entonces podrás volver a comulgar porque tu alma está limpia y pura. Es como lavar un suelo sucio. Se ensucia cada vez más hasta que friegas y lavas la suciedad. El agua y el jabón lavan la suciedad de tu cuerpo. La confesión lava la suciedad del pecado de tu alma. Hijos míos, este mensaje de hoy es un mensaje de vida o muerte para todos Mis hijos. Esto os ayudará a comprender lo que es realmente la verdad de los Diez Mandamientos. Vuestro Padre del Cielo a través de Mi Amado Hijo, Jesús. Con amor, Padre.

Origen: ➥ childrenoftherenewal.com/holyfamilyrefuge

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