viernes, 11 de septiembre de 2015

«Aprended a orar, amados hijos. Amén».

- Mensaje nº 1068 -

Hija mía. Mi querida hija. Aquí estás. Por favor, di hoy a Nuestros hijos lo importante que es la oración/su oración.

No dejéis de rezar, amados hijos, ¡pues tanto bien está sucediendo en vuestro mundo a través de vuestra oración!

Rezad, amados hijos, porque vuestra oración será escuchada, pero rezad con humildad y con amor en vuestro corazón, para que no se cuelen ni la arrogancia ni el orgullo, ni la vanidad ni el pensamiento egoísta. El que reza con humildad y amor en su corazón está más cerca de Nosotros. Pero el que reza egoístamente, exigiendo y buscando su propio provecho, no ha entendido cómo rezar, pues carece de humildad y de amor al prójimo.

Orad, pues, amados hijos, como desea Dios Padre. Orad siempre en las intenciones de Mi Hijo y en los momentos que os hemos dicho en estos mensajes.

Rezad, hijos Míos, porque vuestra oración es fuerte y poderosa, ¡y hace tanto bien!

Rezad, amados hijos, y si no podéis, pedid a vuestro ángel de la guarda que rece por vosotros. Él sostendrá vuestra oración y continuará orando en vuestras intenciones. Amén.

Rezad, amados hijos, vuestra oración es importante y tan desesperadamente necesaria. Amén.

Con amor, vuestra Madre del cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

Hazlo saber, hija Mía. Es importante. Amén.