miércoles, 19 de agosto de 2015

¡Las cosas van mal en tu mundo!

- Mensaje nº 1036 -

Hija mía. Ahí estás. Las cosas van mal en tu mundo. Siéntate, escribe y escucha lo mal que te irán las cosas si no te conviertes y encuentras el camino hacia Dios Padre a través de Jesús.

Hijos, estad prevenidos, pues la tierra(n era) tal como la conocéis está llegando a su fin.

No lo creéis, no lo veis, y ciertamente no queréis que sea verdad, pero es verdad, y Dios Padre os ha estado enviando las señales de ello durante algún tiempo, pero las ignoráis, las desecháis, y no escucháis a Aquel que es Todopoderoso, pero vuestro tiempo aquí ,amados hijos, sólo por poco tiempo y entonces, cuando llegue el momento, cuando Jesús venga y vuestro tiempo terrenal llegue a su fin, entonces debéis estar preparados para vuestro Salvador, preparados para vuestro Redentor, Jesucristo, porque a través de Él se os da el Nuevo Reino, ¡pero sin Él estáis perdidos!

¡Así que volveos atrás y liberaos de la pompa de jabón del diablo, que no es más que apariencia y engaño (¡engaño(!))!

¡Venid a Jesús, a Sus Santos Brazos y Dejaos Salvar! ¡Él, que es el Hijo del Todopoderoso, se lleva consigo a todo niño que le ha dado su Sí!

¡Así que gritadlo (vuestro Sí) al Cielo y clamad a Él, vuestro Salvador! ¡Abríos a Él, a Su amor y rezad y suplicad! Arrepentíos de vuestros pecados , de los pasos en falso que habéis dado, ¡y arrepentíos!

¡ Suplicad misericordia y perdón y preparaos! Un Sí es suficiente para dar el primer paso. Un Sí, hijos Míos, dicho sincera y honestamente (con el corazón), para no perderse y encontrar la entrada como hijos dignos y dichosos en el Nuevo Reino.

¡Preparaos, amados hijos, y enfrentaos a las señales! No tengáis miedo, porque Jesús está ahí. Él está con vosotros, porque os ama, y ¡Bendito el que comparte su vida con Él en los tiempos de la tierra! ¡Bienaventurado el que reza y se arrepiente! Bienaventurado el que se prepara para su Salvador y Señor, porque su alma se salvará, y en el Nuevo Reino vivirá.

¡Así que prepárate y no esperes más! Yo, vuestro San Buenaventura, os lo pido en nombre del Señor: preparaos, amados hijos, pues sólo así seréis dignos. Amén.

Os amo. Mi amor por vosotros es grande, (sin embargo) conozco las seducciones del demonio de vuestro mundo.

Escuchad Nuestra Palabra en estos mensajes, pues es el Señor quien habla a través de Todos Nosotros, es misión del Padre salvar a Sus amados hijos. Amén.

Vuestro Buenaventura. Amén.

El mundo es pesado, pero por el amor al Señor todo se vuelve ligero y soportable. Amén. Díselo a los niños del mundo. Amén