sábado, 15 de agosto de 2015

¡No os hagáis esto, hijos míos, pues vuestra alma sois vosotros!

- Mensaje nº 1030 -

Hija mía. Mi querida hija. Buenos días. Di hoy a Nuestros hijos lo siguiente: ¡El amor que Dios Padre tiene por cada uno de Sus hijos (por vosotros, amados hijos) es de tal belleza, tal grandeza, devoción y alegría que vuestra alma no desea otra cosa que volver a Él, a su Creador (! ), pero, amados hijos, la «ahogáis» -vuestra alma- en la basura y suciedad del mundo, la contamináis y envenenáis con las infiltraciones del demonio y la mancháis y ensuciáis con el pecado, mientras que Dios Padre os la ha dado pura y pura volverá, pero la exponéis a las filtraciones del demonio y dejáis que sufra hasta que se pierda, y eso, Mis amados hijos, será más doloroso que todo el sufrimiento de la tierra , por tanto purificaos y haceos dignos, para que vuestra alma -¡Vosotros(! )- pueda volver a casa con el Padre y no se pierda con el adversario que miente, engaña, mancilla, abusa -la lista es larga, hijos Míos- y tortura y roba vuestra eternidad junto al Señor y Creador, porque quien se pierda no podrá volver a casa, y su tormento será grande y lleno de dolor y tristeza, sin esperanza, pero eterno. Amén.

No os hagáis esto, hijos Míos, pues vuestra alma sois vosotros.

Volveos y regresad a casa, al Padre, que os creó en el más puro amor y os espera en el más puro amor.

Su amor todo lo perdona , así que utilizad el Santo Sacramento de la Confesión y arrepentíos de cualquier pecado que hayáis cometido.

ÉL, que es Todopoderoso, perdona tus pecados si los confiesas y te arrepientes sinceramente.

Por eso se te ha dado la Santa Confesión , para que te laves y vuelvas al Padre. Amén.

Escuchad Mi llamada y volved, amados hijos.

Con amor, vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.