jueves, 13 de agosto de 2015

«Aceptad el amor del Padre, pues supera todo lo que conocéis de la tierra. Amén».

- Mensaje nº 1028 -

Hija mía. Mi querida hija. Di hoy a Nuestros hijos lo siguiente: Nuestro amor por vosotros, amados hijos de la tierra, es de una grandeza, devoción y plenitud tan singulares que, si os dierais cuenta de ello, os acercaríais al Padre, os pondríais en Sus Santos Brazos y nunca más querríais siquiera separaros de Él, pues este amor que el Padre tiene por cada uno de vosotros es exactamente lo que tan ardientemente deseáis y nunca encontraréis aquí en la tierra, a menos que encontréis vuestro camino hacia Jesús, os dejéis inspirar y guiar por el Espíritu Santo y os pongáis completamente al cuidado del Padre Celestial.

Nuestro amor, amados hijos de la tierra, es tan grande y está tan lleno de alegría, devoción y abundancia que nunca os dejamos solos, siempre estamos ahí para vosotros y hacemos todo lo posible para llevaros al Padre, pero vosotros debéis dar vuestro consentimiento, porque el Padre os ha dotado de libre albedrío, y el libre albedrío -vuestro libre albedrío- debéis utilizarlo para aceptar las gracias y los dones del Cielo y ponerlos en armonía con la voluntad del Padre.

El Padre nunca te impondrá nada. Siempre respetará tu libre albedrío. Sin embargo, intentará despertarte, pero la decisión de si quieres volver a Él o no, ¡sólo depende de ti!

Así que utiliza tu libre albedrío para poder recibir este amor tan único, ¡para vivir y ser curado!

La misericordia es (sólo una) parte de este amor. A través de ella te haces digno de experimentar más y más de este amor. Se te abren puertas y caminos, pero tienes que aceptarlos.

Vive con Jesús y encuentra al Padre a través de Él. Entonces experimentarás este amor tan único, cada vez más, cada vez más profundo, cada vez más íntimo, ¡y tu vida se volverá completamente hacia el Padre!

Escuchad Mi llamada y preparaos, amados hijos, porque pronto se acabará el tiempo terrenal , y con Jesús os convertiréis en hijos felices del Nuevo Reino. Amén.

Os amo. Aceptad el amor del Padre, pues supera todo lo que conocéis de la tierra. Amén.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.