martes, 26 de mayo de 2015

«Preparaos, hijos míos. Amén».

- Mensaje nº 954 -

Hija mía. Mi querido hijo. Por favor, di hoy a los niños de la tierra que Nosotros les amamos.

¡Si tan sólo vieran cuán grande, cuán misericordioso es el amor de Mi Hijo, correrían hacia Él y nunca más Le dejarían, pues Mi Hijo es el amor que toda alma/persona anhela tanto, pero hijos, ¿estáis cegados, «embotados» e insensibles y tan perdidos que pensáis que podéis seguir vuestro camino solos, pero eso, Mi amado rebaño de hijos, tendrá un mal final para vosotros!

El diablo te miente y te engaña siempre que puede. ¡Os seduce, os seduce y os engaña, pero, amados hijos, estad prevenidos, porque todo ,lo que os muestra, os estanca, os influye(!) ¡sirve para vuestra perdición y no para vuestro bienestar!

¡Te aparta de Jesús! Te aparta de la verdad , ¡porque Jesús es la verdad! Te marea, te confunde, ¡y más rápido de lo que crees te has extraviado, corriendo tras tu autorrealización y/o adorando a falsos dioses!

Hijos, estad advertidos, porque vuestra perdición está cerca, y si no os convertís, no os enfrentáis a las mentiras del diablo y las reconocéis como tales, entonces, Mis amados hijos, ¡estáis verdaderamente perdidos!

¡Jesús es la verdad, el amor y el camino! Por tanto, buscadle a Él, para que no os perdáis y desistid de vuestras convicciones diabólicas, que proceden del engaño del diablo, pues nada bueno os traerán, sino que vuestra alma se perderá en ellas y a través de ellas.

Así que dad ahora vuestro ¡Sí a Jesús! ¡Corred hacia Él y afianzaos en Él! ¡Su amor es misericordioso y misericordioso será con cada hijo/alma que le dé su Sí!

No esperéis más, pues pronto la misericordia dará paso a la justicia, y entonces, amados hijos, será demasiado tarde para vosotros.

Encontrad a Jesús y consolidaos en Él. Un Sí es suficiente para dar el primer paso. Amén.

Os amo. Todos -el Cielo unido- rezamos por vosotros. Volved atrás, hijos Míos, porque sólo un alma fiel a Jesús recibirá el Nuevo Reino. Amén.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Redención. Amén.