viernes, 27 de marzo de 2015

¡Mi gran fiesta de la misericordia!

- Mensaje nº 893 -

Hija Mía. Escribe, pues Nuestra palabra debe ser escuchada.

Hija mía. Di hoy a los niños lo siguiente: Mi Hijo, vuestro Jesús, murió en la cruz por todos vosotros, sin embargo, ¡la mayoría de vosotros no aprecia este sacrificio y vive como si la Pasión de Mi Hijo -para el perdón de vuestros pecados- nunca hubiera tenido lugar!

«Un hermoso cuento de hadas», dicen algunos, una “leyenda”, dicen otros, y “gran peligro”, dice el demonio, porque sabe de este sacrificio tan único y Poderoso y por eso quiere que desaparezca de vuestras "mentes" , que sea descartado como un cuento de hadas o una leyenda y que no tenga significado alguno para el mundo tan moderno de hoy, y esto, Mis amados hijos, es el gran "golpe" suyo, porque quien no cree en Jesús, puede conformarse con «ah, eso fue hace tanto tiempo» y «tan pasado de moda» y «la iglesia tiene que adaptarse a la modernidad, para que alguien siga yendo allí», vive en el mayor peligro, porque estará perdido ante el adversario de Jesús, que le ha inculcado que Jesús no vale nada, no es real, a lo sumo un «pelele» sin fuerza, sin poder, un «fracasado» que no ha conseguido nada... ¡la lista es larga y una mentira devastadora para vosotros!

Hijos, estad prevenidos, porque el que no crea en Jesús, el que no confíe en Él, ¡estará verdaderamente perdido! No conseguirá nada, no tendrá nada, ¡pero lo perderá todo!

Debes encontrar a Jesús, ¡porque sólo Él es el camino hacia la Vida Eterna al lado del Señor y Padre! ¡Sólo con Él y a través de Él encontrarás la salvación, serás elevado y vivirás eternamente!

¡Así que dadle vuestro Sí y entregaos completamente a Él! ¡Así el demonio perderá todo poder sobre vosotros y vuestra alma se volverá feliz y llena de alegría!

¡Dad vuestro Sí a Jesús y consagraos a Él! ¡Así no os perderéis y experimentaréis la gloria de la resurrección! ¡Viviréis en el Reino del Señor y Padre y seréis eternamente felices, satisfechos y realizados! ¡Tu alegría será grande e infinita, y tu alma gritará de dicha y gloria!

«Venid, hijos Míos, venid. Yo Soy El Camino a la eternidad, ¡pero sin Mí estáis perdidos!

Venid, hijos Míos, venid, pues sólo Yo os conduciré al Padre, ya que nadie más está autorizado para hacerlo.

Venid, hijos Míos, venid. Yo, vuestro Jesús os amo tanto. Confesaos ante Mí y dadme vuestro Sí, entonces podré empezar a obrar en vuestros corazones y daros Mi gloria.

Venid, hijos Míos, venid, ¡no es demasiado tarde! Derramo Mis gracias sobre todos aquellos que Me profesan, son fieles y devotos a Mí, y confían plenamente en Mí. Mi misericordia se derrama sobre ellos, como sobre todo pecador que Me confiesa, Me pide y se vuelve a Mí.

Así que preparaos ahora para Mi gran Fiesta de la Misericordia y rezad Mi Novena dada a Santa Sor Faustina. A cada alma que la rece, Me confiese a Mí, su Salvador, siga Mis instrucciones y Me sea fiel, le concederé las mayores gracias.

Así que preparaos y celebrad Mi fiesta con amor en vuestro corazón . Yo, vuestro Jesús, estaré con vosotros y concederé gracias al mundo. Cuantos más celebréis Mi fiesta con la debida preparación, mayores serán las gracias de misericordia que derramaré sobre vuestro mundo. Amén.

Preparaos, hijos míos. La misericordia pronto da paso a la justicia. Amén. Tu Jesús».

Hija mía. Da a conocer esto al mundo. La Fiesta de la Misericordia se celebrará en todas las iglesias de Mi Hijo el primer domingo después de Pascua.

Vuestros sacerdotes , los hijos ordenados de Mi Hijo, informarán de ello a los fieles y los prepararán para ello.

A partir del Viernes Santo, comenzaréis a rezar la Novena -otorgada a Santa Sor Faustina- . Durante estos días debéis confesaros y arrepentiros sinceramente de vuestros pecados.

Recordad completamente la Pasión de Jesús , Mi Hijo que tanto os ama, que experimentó tanto sufrimiento y dolor por la redención de los vuestros.

Reza todos los días a las 3 de la tarde Su Rosario (desde el Viernes Santo Su Novena). Si no tienes tiempo a las 3 de la tarde, piensa brevemente en Él con algunas palabras que salgan de tu corazón: «Jesús, te doy gracias por Tu Pasión» o “Jesús, pienso en Ti”, lo que quieras decirle, y reza la Novena, el Rosario, si tienes tiempo y silencio. Lo importante es que os unáis completamente a Jesús en vuestros pensamientos, que sintáis Su sufrimiento con Él.

Hijos míos. Después, tras una preparación minuciosa, celebrad solemnemente la Santa Misa en honor de Su misericordia.

Poned vuestras peticiones en vuestro rosario/oratorio. Jesús os escuchará, hijos míos, pero vuestras peticiones deben estar en armonía con la Divina Providencia.

Hijos míos. Aceptad este don tan rico en gracia, porque es único y tan necesario para vuestro mundo pecador.

Difundid Su misericordia para que ningún hijo pueda decir al final «no lo sabía».

Escuchad Nuestra Palabra en estos mensajes, pues es para la salvación de vuestras almas y la salvación de vuestro mundo, que ahora está siendo otorgado con las mayores gracias en este momento. Amén.

Os amo y os bendigo.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

La acompañan huestes celestiales de ángeles, tanto los grandes poderosos como los pequeños encantadores.

Amén.

Haz que esto se sepa. Es de suma importancia. Ve ahora.