domingo, 22 de marzo de 2015

¡Tu oración «lleva el mundo hoy»!

- Mensaje nº 888 -

Hija Mía. Escribe y di a Nuestros hijos de hoy que recen.

Vuestra oración es muy necesaria. Obra los milagros en vuestro tiempo presente, y es respondida, ¡siempre que esté en armonía con la Providencia Divina, la Voluntad Divina!

Nunca tengáis dudas, hijos Míos, porque vuestra oración «lleva el mundo presente», ¡y sin vuestra oración vuestro mundo ya estaría perdido!

Llevad esperanza en vuestro corazón y rezad, hijos Míos. ¡Vuestra oración cambia! ¡Vuestra oración mueve! ¡Vuestra oración hace el bien! ¡Vuestra oración purifica, ayuda a arrepentirse, aleja el mal y protege!

¡Rezad, hijos Míos, porque sin la oración estaréis perdidos! ¡Perderéis el «contacto» con Mi Hijo, Su cercanía, Sus milagros!

No dejéis que vuestra oración se interrumpa , hijos míos, ¡porque actúa como un muro protector contra todo el mal que el diablo ha planeado e intenta poner en práctica!

¡Rezad, hijos Míos, porque sin oración estáis perdidos! Un alma que reza, no se pierde, porque está conectada con el «cielo», está cerca de Jesús y se consolida en Él.

Por eso, reza y pide todo lo que aún te pueda faltar: ¡La esperanza, la fe consolidada, la unidad con Mi Hijo, la claridad, la «madurez», la confianza! ¡Pide y se te dará!

¡Pide la comprensión y no hables de ella! Es una especie de iluminación, un don de Jesús y del Espíritu Santo que te hace comprender cada vez más, te hace reconocer y que difícilmente puede explicarse con palabras humanas.

Es un «proceso de iluminación, de cognición», y cuanto más, cuanto más íntimamente, cuanto más a menudo y cuanto más profundamente reces, ¡mayor será la cognición, la comprensión y la unidad con Mi Hijo! Así pues, ¡utiliza la oración, porque te ayuda en Todos los ámbitos!

Rezad Mis rosarios , amados hijos, porque en Mis rosarios está el misterio de Jesús. Cuanto más los recéis, íntima y profundamente, más comprenderéis.

¡Creed y confiad y no dejéis nunca de rezar!

No dudéis, porque la duda viene del mal, ¡pero la esperanza viene de Mi Hijo!

Os amo. Rezad, hijos Míos, porque vuestra oración es la armadura en este tiempo del fin.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Redención que tanto os ama. Amén.