Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania

 

sábado, 7 de febrero de 2015

¡Estos planes son para quitarte la mayoría de tus derechos!

- Mensaje nº 836 -

 

Hija mía. Mi querido hijo. Aquí estás. Di hoy a Nuestros hijos lo siguiente: Debéis convertiros, pues queda poco tiempo, y debéis rezar para que no se pueda llevar a cabo el peor de los planes diabólicos, pues estos planes consisten en quitaros la mayoría de vuestros derechos, en convertiros en ciudadanos «no libres», sin fe, sin esperanza, y en esclavos del «grupo de élite» del diablo, que no sólo prohibirá hablar a quien se «rebele», sino que le «sacará» del mundo «santo» de los adoradores del diablo, ¡que no permitirán ninguna «perturbación»!

Hijos míos. Levantaos ahora, pues lo que se avecina os costará «la cabeza y el cuello»»

Rezad, hijos míos, rezad, porque vuestra oración es lo que mantiene «a raya» al demonio y a sus seguidores. Es vuestra arma en la lucha contra el mal, y debéis utilizarla para evitar ser esclavizados, destruidos y privados de vuestros derechos.

Hijos Míos. El tiempo apremia, y sólo Mi Hijo será vuestra salvación. Así que confiésate a Él y desiste de tu inacción, pues te traerá miseria, pero tu oración te salvará de lo peor y Jesús, tu Salvador, ¡te salvará!

Hijos míos. Decid Sí a Jesús y no esperéis más, ¡porque con cada día que dejáis pasar ociosamente, concedéis poder al diablo y le otorgáis poder sobre vosotros!

¡Así que confesáos ahora y volved atrás! ¡No es demasiado tarde!

Os amo y ruego por vosotros ante el trono del Señor. Amén.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

--- « Es la tibieza, vuestra tibieza, la que concede poder al demonio y Me ofende profundamente a Mí, vuestro Jesús que os ama.

Levantaos por Mí, por vuestro Salvador, porque pronto vendré de nuevo y venceré al mal para siempre.

Venid, hijos Míos, venid y dadme vuestro Sí. Entonces podré empezar a obrar Mis milagros en vosotros y llevaros a Mi Nuevo Reino, cuyas puertas se abrirán muy pronto.

Rezad, hijos Míos, rezad, pues es vuestra oración la que ya ha alejado tanto mal y la que alejará mucho más mal.

Yo os amo. Dadme vuestro Sí y Yo «vendré» (participaré en vuestra vida). Amén. Que así sea. Con profundo amor, tu Jesús.

Salvador de todos los hijos de Dios y Salvador del mundo. Amén.

Origen: ➥ DieVorbereitung.de

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