jueves, 5 de febrero de 2015

¡Sigue Mi deseo y distribuye la oración!

- Mensaje nº 834 -

Hija Mía. Mi hija tan amada por Mí. Por favor, di hoy a los niños del mundo lo siguiente: Yo, vuestro Padre del Cielo, estoy profundamente afligido. Os amo tanto y, sin embargo, pocos de vosotros correspondéis a ese amor. La mayoría se aleja de Mí, vuestro Creador, y se deja atrapar por irrealidades y asechanzas del demonio, ¡sin ver lo peligroso que es esto para su eternidad!

Hijos Míos. Hijos Míos tan amados por Mí: ¡despertad, y levantaos de vuestro «sueño», porque Actuad Ahora, antes de que sea demasiado tarde para vosotros!

Debéis confesar a Jesús, Mi Hijo enviado a la tierra por vosotros, honrarle y jurarle lealtad , para que no os perdáis, para que aprendáis a discernir, para que podáis presentaros ante Él, vuestro Salvador, recibir Su amor, soportar Su luz, Su presencia y Su pureza, cuando vuelva pronto del cielo a la tierra, para advertirte primero, a fin de que puedas «corregirte» y cambiar, para venir después a vencer al demonio y a todo mal, porque cuando Él venga, desde lo alto del cielo con todas las señales, entonces deberás haberle confesado, para no ser arrastrado al fango de la corrupción -¡el infierno de Satanás!

Hijos míos. No queda mucho tiempo. No esperéis a que Jesús se presente ante vosotros en carne y hueso, pues eso no sucederá. No habitará entre vosotros como un hombre, ¡pero se presentará ante vosotros para que podáis corregiros y cambiaros!

Muchos no le verán porque están sucios y corrompidos por la inmundicia del mundo. No pueden soportar Su luz, Su pureza y Su amor.

Muchos morirán a causa del «impacto» que se producirá en vosotros. De nuevo sois vosotros los que estáis impuros y corrompidos y no podéis soportar ¡Tanta Pureza!

Muchos saldrán huyendo, porque se «aferran» al demonio, y el tiempo posterior será pecaminoso, y sin escrúpulos tratarán de poner en práctica sus planes de destrucción y toma del mundo, pero, Mis amados hijos, Mi mano regañona pondrá fin a todo eso.

Jesús vendrá y vencerá y os conducirá a vosotros, hijos fieles, a Su Nuevo Reino.

Así que confiad, hijos Míos, y permaneced fieles a Jesús. ¡Volveos, si aún no habéis encontrado a Jesús, y consagraos a Mi Hijo! ¡Cada día de nuevo! Para ello, tomad la oración de consagración n.31 yaprended para los días de advertencia -aunque esto mismo sólo durará un momento- la oración de «conversión» en la hora de la muerte (oración de liberación n.32).

Esta oración salvará a miles de niños de la condenación, si la traduces a todas las lenguas, ¡salvará a millones y millones!

Así que sigue Mi deseo y distribuye la oración, porque es poderosa y «pateará» al diablo con cada alma que no pierda a través de esta oración. Amén.

Preparaos y vivid en el amor a Jesús. Es este amor el que prevalecerá al final. Amén. Amén.

Os amo.

Vuestro Padre que está en los cielos.

Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser. Amén.