Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania

 

viernes, 19 de diciembre de 2014

¡Celebra tu Navidad en esta santidad que es Mi Hijo!

- Mensaje nº 784 -

 

Hija mía. Mi niña querida. Ahí estás, Mi amada hija. Buenos días. Por favor, decid lo siguiente a los niños del mundo hoy: Es la Solemnidad del Nacimiento de Mi Hijo que celebráis en Nochebuena. Toma ahora conciencia de este gran regalo, pues es único, de la mayor generosidad y completamente precioso, pues: Os ha nacido el Señor, vuestro Salvador, vuestro Mesías, y para cada alma se ha allanado el camino hacia la gloria del Padre -de vuelta a casa con Él, con vuestro Creador-, pues: A través de Jesús, tu Señor, obtienes este generoso y precioso don, y toda alma que se convierte en pecadora es perdonada a través de Jesucristo, tu Señor y Salvador, siempre que se confiese ante Él, pida perdón, se arrepienta y expíe.

Hijos míos. ¡Celebrad vuestra Navidad en esta santidad que es Mi Hijo! Honradle, dadle gracias y regocijaos, porque Jesús os fue dado por el amor omnímodo e infinito del Padre -por cada uno de vosotros-, y este regalo, del Padre mismo, lo celebráis en Navidad.

Hijos míos. Aceptad a Jesús y confesadle, porque fue enviado por el Padre para la salvación de vuestro mundo y de los vuestros. No Le apartéis, sino honradle y vivid con Él, agradeciendo al Padre este don de gracia tan precioso.

Hijos míos. Celebrad esta Navidad en intimidad y alegría, llevad amor en vuestro corazón y dad gracias a Mi Hijo y al Padre.

Convertíos, hijos Míos, y contad a vuestros pequeños el significado de la Navidad, para que ellos también encuentren a Jesús y no se pierdan ante el Adversario. Amén. Así sea.

Vuestra Madre del cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

¿Dónde está la Navidad?

Érase una vez un enano que quería tenerlo todo. Pero no funcionó, y a él no le gustó, así que se dedicó a vagabundear.

A papá y mamá no les gustó nada, porque el enano les causaba angustia: «Así que mira dentro de tu corazón y ve de qué va la Navidad». Eso es lo que hizo el enano, pero no lo vio, todavía es pequeño.

Pero entonces, en Nochebuena, vio a sus padres radiantes de alegría en la mesa, incluso sin regalos. Entonces el enano pensó: «Sólo tengo que mirar más hondo» y encontró en un trono: al niño Jesús, tan puro y tierno, habitando en su corazón.

Ahora se alegró, el pequeño desdichado, y la Navidad nació de nuevo para él. San Buenaventura y María a la Divina Preparación de los Corazones

Origen: ➥ DieVorbereitung.de

El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.