Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania

 

jueves, 6 de marzo de 2014

¡Tu oración es la clave del cambio!

- Mensaje nº 466 -

 

Hija mía. Mi querido hijo. Yo, tu Santo Padre del Cielo, estoy aquí contigo para decirte lo siguiente a ti y a los hijos de la tierra de hoy: No podéis negar los signos de vuestro tiempo presente, debéis reconocer las intrigas de vuestros políticos y jefes bancarios y otras «personas influyentes» y no debéis esconderos, para que todo siga su camino y vuelva a ser bueno por sí mismo, ¡porque no será así!

Por mucho que intentéis apartaros de la verdad, distraeros y jugar al diablo para que sea aún más fácil el «control sobre vosotros», ella (la verdad) siempre seguirá siendo cierta y real, porque por mucho que vosotros también metáis la «cabeza en la arena», descartéis todo y elaboréis explicaciones, así nada cambiará ante el hecho de que el final de vuestro tiempo está ante la puerta, pero lo que sí podéis cambiar, eso es vuestro comportamiento, vuestra apertura, en lugar de cerrazón, vuestra decisión, en lugar de vuestra pasividad.

¡Tu oración es la clave del cambio! Rezad, hijos míos, rezad, pues las guerras se recrudecen ahora, ¡y sólo vuestra oración podrá mitigarlas! Resistid, hijos Míos, a todas las doctrinas que «ellos» intentan imponeros, ¡y no sigáis nunca a las masas!

Permaneced completamente con Jesús, Mi Hijo que tanto os ama, ¡y entregaos completamente a Él! Sólo con Él tenéis una oportunidad de contener todavía mucho sufrimiento y de salvaros, ¡vuestra alma! Quien siga escondido, no crea y no Rece, no experimentará la salvación, porque los malvados caerán sobre él y el demonio se apoderará de su alma.

Por eso, Mis hijos tan amados, levantaos y ¡defendeos con la oración! ¡Con la fe! Con

¡Grupos de oración! ¡Con honestidad! Esto también incluye hablar contra las masas para sacar la verdad a la luz, porque sólo así se despertarán muchos más hijos «dormidos», y tu valor para ser honesto y crear claridad también les dará (nuevo) valor.

¡Levántate, pues, y ve las señales tal como son! Conviértete y confiesa a Jesús, porque Él vendrá a liberar a todos Sus hijos fieles. Amén. Que así sea.

Vuestro amoroso Padre del Cielo.

Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser. Amén.

«Ánimo, hijos míos». Jesús y Dios Padre.

Origen: ➥ DieVorbereitung.de

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