miércoles, 18 de diciembre de 2013

Déjate caer en este amor del Señor que todo lo perdona, que todo lo sana, que todo lo penetra y que tanto te colma.

- Mensaje nº 381 -

Hija mía. Mi querida hija. Todos vosotros estáis soportando estos días. Muchas almas serán «iluminadas» por ello, por lo tanto, ofrecedlo Todo al Señor, pues así Él podrá utilizarlo donde se necesita urgentemente, y muchas más almas encontrarán así el camino hacia Él.

Hijos míos. Resistid. El tiempo final es corto. Pronto entraréis en el Nuevo Mundo, pero sólo para aquellos que hayan confesado a Jesús, estarán abiertas las puertas del Nuevo Reino.

Hijos míos. Convertíos y dad vuestro Sí a Jesús. Entonces los milagros del Señor también podrán suceder en vuestra vida, y los reconoceréis como tales. A muchos de vosotros ya se os están dando Sus «riquezas» en este tiempo tan precioso y santo, pero sus corazones aún no están abiertos, y por eso no ven la gracia con que el Padre se las está dando.

Hijos míos. ¡Abrid vuestros corazones a Jesús y al Padre! ¡Dejadles entrar y compartid vuestras vidas con ellos! Dios Padre es un Padre amoroso, y este amor es sanador y sin expectativas. Así que venid, hijos míos, venid y dejaos caer en este amor del Señor que todo lo perdona, que todo lo cura, que todo lo penetra y que tanto os colma.

Mi bendición está con vosotros, y el amor de Mi Hijo se lo doy a quien Me lo pida.

Amén. Que así sea. Os amo.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

"Celebrad las fiestas con reflexión y venid a Mí, a vuestro Jesús, porque quiero daros Mi amor a cada uno de vosotros, y la gracia de Mi Padre espera a todo el que venga a Mí.

En profundo amor, vuestro Jesús. Amén".

Gracias, hija Mía. Ahora vete.