miércoles, 27 de noviembre de 2013

¡Cuántos niños siguen ciegamente al falso profeta!

- Mensaje nº 355 -

Buenos días, hija Mía. Gracias por haber venido. Te quiero. Escribe, hija Mía, escribe, porque el tiempo apremia cada vez más. Tantos niños siguen ciegamente al falso profeta, y tantos niños se pierden cada vez más por ello, porque dan oídos al que viene del diablo, le aclaman, y no se dan cuenta de cómo están acorralados y el diablo está atrapado en sus redes de pesca.

Hijos míos. Las enseñanzas de Mi Hijo son relevantes para todos los tiempos. No pueden ser cambiadas, aunque eso sea exactamente lo que está ocurriendo. Estad advertidos, Mis amados hijos, porque los que más os hablan desde «el alma» son los que más daño os hacen. Fingen, mienten, utilizan vuestro descontento para alcanzar sus objetivos, imponer los planes del maligno y apartar por completo a Jesús, Mi Hijo, de vuestra vida.

Una vez que muestren su verdadero rostro, será demasiado tarde para vosotros, pues demasiado lejos os habéis «asomado a la ventana» contra el Señor, demasiado pecado habéis permitido con indiferencia y aprobación en vuestras vidas, y demasiado poco o nada os habéis vuelto hacia el Cielo, atendiendo a los mandamientos del Señor y viviendo humildemente y en verdadero amor los unos con los otros.

Hijos míos. Un mundo lleno de mentiras e intrigas, sexo y homosexualidad, matrimonios entre personas del mismo sexo y adopciones de niños de cuya unión nunca podrá surgir una nueva vida, prostitución, tráfico y abuso de niños, aborto y tantas otras cosas que aceptáis como «normales», pero no lo son. Todo esto os lo ha traído el diablo, y nada de ello procede de Dios, Nuestro Señor y Padre.

Dios ha creado vuestro mundo tan maravillosamente, pero no le prestáis atención, no os volvéis a Él y no vivís con ÉL. Habéis abolido el «hágase Su voluntad» para vosotros y para vuestra vida, porque vivís sólo según vuestra voluntad y no comprendéis que precisamente esto causa tanto sufrimiento y maldad y pecado en vuestro oh tan hermoso mundo.

Despertad, hijos míos, y volved a vivir con el Señor, porque es Él quien da la vida, es Él quien da el amor, es Él quien creó todo y es Él quien cuida de todo/os, pero vosotros os habéis apartado y os habéis opuesto a Él y no queréis Su cuidado.

Quien no viva con el Padre no podrá entrar en el Nuevo Reino. El demonio le mantendrá bajo su hechizo para siempre y luego, cuando tome la decisión, le infligirá sufrimientos, penurias y tormentos.

¡Nunca creas al maligno, pues no tiene vena buena en él! A los que le sigan sumisamente les llegará el despertar, y nada de lo que les ha prometido cosecharán. En cambio, los que vivan con Mi Hijo serán elevados, y la verdadera alegría, la felicidad, el amor y la paz tan esperada serán su cosecha.

Que así sea.

Te quiero. ¡Da tu Sí a Mi Hijo! ¡No es demasiado tarde para ello!

Tu amorosa Madre del Cielo. Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

"Amén, os digo esto: El que se obstine, el que no quiera cambiar, el que no crea en Mí, el que no espere en Mí, perecerá.

Pero a quien tenga amor en su corazón, viva Conmigo, confíe en Mí y viva su vida según Mis enseñanzas y los mandamientos de Mi Padre hasta el límite de su conciencia, a ése lo llevaré Conmigo a Mi Nuevo Reino, y se le darán mil años de paz.

Así que ahora venid a Mí, Mis amados hijos, y empezad a convertiros a Mí. Todos los que Me sigan sinceramente experimentarán la entrada en la Nueva Gloria, pero los que permanezcan obstinados y duros tendrán un duro despertar.

Así que venid a Mis Santos Brazos, y volveos a Mí con todo, entonces Yo cuidaré de vosotros, y una gran alegría llegará a vuestros corazones.

Os amo, hijos Míos.

Vuestro Jesús.

Salvador de todos los hijos de Dios. Amén".

"Hija mía, el tiempo es ahora muy apremiante . Te amo. Tu Padre que está en los cielos. Amén".

"El Señor ha hablado. Amén.

Un ángel del Señor. Amén".