Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania
miércoles, 3 de julio de 2013
El tiempo apremia, las profecías del fin de los tiempos se están manifestando en tu Tierra.
- Mensaje nº 191 -

Hija mía. Mi querida hija. Las mentiras y las intrigas, las declaraciones falsas, la tergiversación de la Santa Palabra entristecen mucho a Dios Padre, Nuestro Señor. El Cuerpo Santo de Mi Hijo aquí en la tierra está contaminado. ¡Mi Hijo sufre mucho, pero todo esto se permite, para que los hijos de Dios, es decir vosotros, Mi amado rebaño de hijos, le confiesen libremente (=libre albedrío) a Él, vuestro Salvador, y utilicen su libre albedrío para ello, para ir por el camino hacia Dios Padre, para observar y respetar Sus mandamientos y para aferrarse a Su Santa Palabra y defenderla!
Hijos míos. ¡No os dejéis llevar por el mal camino, porque el diablo ha entrado en vuestras iglesias! No creáis a los falsos predicadores y aferraos a la fe pura de Jesús, es decir, confesadle a Él, el más santo de todos los hijos de Dios y no permitáis que sea profanado por las mentiras que salen de la boca de los que se supone que siguen y ejemplifican y transmiten Su Santa Palabra.
Estad siempre vigilantes, ¡porque el «trono del Vaticano» está contaminado de inmundicia y ocupado por escoria! Acude siempre al Espíritu Santo de Dios Padre, pues entonces te darás cuenta de las mentiras y se te aclararán las intrigas de la troupe del mal. Comprenderéis gradualmente lo que está ocurriendo y entonces prepararéis vuestras almas para el fin de todos los días, ¡que es inminente!
Así pues, permaneced vigilantes y estad seguros de que, cuando aparezca el Anticristo, oficial y encumbrado, Dios Padre intervendrá lo antes posible para proteger a Sus hijos. No vacilará mucho tiempo, y Jesús vendrá por Segunda Vez. Entonces, Mis amados hijos, vuestras almas deben estar preparadas, pues se librará la batalla definitiva, y sólo podrán salvarse aquellas almas que hayan dado su Sí a Jesús.
Este es el libre albedrío de cada uno de vosotros: un Sí a Mi Santo Hijo y la entrada en la gloria, un No a Él, vuestro Salvador, y la caída en el infierno. Quien no decida será arrastrado por el demonio, porque el demonio no respeta vuestro libre albedrío, mientras que Dios Padre os lo ha dado y nunca lo violará.
¡Decidíos, Mis queridos hijos! ¡Dad vuestro Sí a Jesús! Él es vuestra única oportunidad de entrar en el Nuevo Mundo. Sólo con Él obtendréis las glorias de Dios Padre, vuestro Creador que tanto os ama, sólo Él puede salvar vuestra alma y conducirla a la Nueva Jerusalén, el Paraíso. Que así sea.
Tu Madre amorosa del Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.
Amén, te digo esto: El tiempo apremia, las profecías del final de los tiempos se están manifestando en tu tierra.
No esperes demasiado, porque sólo quien Me confiesa, quien Me da su Sí, Yo puedo protegerle y llevarle al Nuevo Paraíso, Mi Reino, donde el Cielo y la Tierra se funden en Uno.
No esperes demasiado, pues de lo contrario te perderás. El demonio tomará posesión de tu alma y te empujará al lago de fuego, y no habrá vuelta atrás para ti, por eso no esperes demasiado, y confiésame a Mí, tu Redentor, porque te protegeré, te llevaré Conmigo y te daré ricos dones, ¡pero para eso necesito tu sí!
Utiliza tu libre albedrío, que Mi Padre te ha dado, y ¡vuélvete! ¡Ven a Mí, tu Jesús, y juntos viviremos en la gloria!
¡Te amo tanto!
Tu Jesús amoroso.
Salvador de todos los hijos de Dios.
Mi niña. Hija Mía. Di a Nuestros hijos que el tiempo está muy cerca. Deben convertirse para no perecer. Sólo aquellos que se vuelvan a Mí serán salvados por Mi Hijo, pues Yo, vuestro Padre Todopoderoso, respeto vuestro libre albedrío que Yo os he dado, y nunca intervendré y decidiré en contra.
Así que volved a Mí por vuestra propia voluntad, y grande será Mi alegría. Con todo Mi amor divino os espero a cada uno de vosotros, y de cada uno cuidaré en el Nuevo Reino de Mi Hijo, que no conocerá más maldad y donde nadie experimentará sufrimiento, porque el demonio será ahora derrotado y condenado y nunca más tendrá poder sobre vosotros.
Que así sea.
Vuestro amoroso Padre que está en los cielos. Creador de todos los hijos de Dios.
Yo te amo.
Gracias, Mi tan amada hija.
Origen: ➥ DieVorbereitung.de
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