lunes, 6 de mayo de 2013

...¡por eso sus oraciones tienen tanto "poder" en este tiempo!

- Mensaje No. 125 -

Hijo mío. Ya estás de vuelta otra vez. ¡Qué feliz estoy de que hayan celebrado nuestra fiesta, la Sagrada Comunión, tan maravillosamente y con profunda alegría con Nosotros! Así, como padres buenos y ejemplares, han traído a un hijo de su familia a Jesús, y ahora este hijo puede comenzar a recorrer su propio camino individual de fe con Jesús, Mi Hijo que los ama tanto, a Su lado y en Su corazón.

Mucha guía seguirá necesitando de ustedes ya experimentados, pero como tales modelos maravillosos que ustedes son realmente para sus hijos, él recorrerá este camino con alegría; pues está creciendo con esta alegría y esta tan maravillosa confianza en Dios en su propia familia.

¡Cuánto deseamos que todos los niños de este mundo pudieran crecer con padres que sean ejemplares en la confianza en Dios, porque entonces todos conocerían a Mi Hijo y podrían compartir sus vidas con Él, pero lamentablemente no es así! No obstante, sus devotas oraciones también ayudan a estos niños y abren el camino para ellos hacia Mi Hijo que los ama tanto.

Cada oración que rezan por las familias cristianas beneficia a una familia.

Las gracias de Dios Padre son grandes en este tiempo presente porque ÉL quiere que todos Sus hijos encuentren su camino de regreso a ÉL, y por eso sus oraciones tienen tanto "poder" en este tiempo. Siempre la oración ha sido su arma más poderosa contra el mal, pero en el tiempo presente beneficia a todos los hijos de Dios, y con una potencia de cien veces, es decir, el poder de sus oraciones por los demás es multiplicado cien veces por la gracia de Dios.

Este es un regalo muy grande, hijos míos amados, y el bien que "rezan" con la ayuda de Dios es grande. ¡Sean conscientes de ello! Quien ora por las familias cristianas será escuchado y a través de las gracias de Dios Padre, una familia en algún lugar del mundo se convertirá a Mi Hijo, su Jesús.

Así sea.

Su Madre siempre amorosa y protectora en el Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.

Amén, les digo esto a ustedes: Donde hay amor en sus corazones, allí también estoy Yo.

Pero donde hay odio y mala voluntad, no Me encontrarán.

Así que abran sus corazones y sean amables los unos con los otros, pues donde estoy Yo, todo estará bien.

Así sea.

Su amado Jesús.