Viernes, 17 de noviembre de 2017
Jesús dijo «Hijo mío, cuando miras el tiempo que vives en la tierra, es un tiempo muy corto. Has vivido setenta y cinco años, y es difícil saber dónde ha pasado todo ese tiempo. Estás casado y tienes hijos, y ahora los estás viendo criar a sus propios hijos. Trabajaste durante más de treinta y cinco años, y ahora has pasado más de veinticuatro años trabajando en Mi misión de salvar almas. Estás viendo lo importante que es salvar a las almas del infierno. Vuestras oraciones también son importantes cuando rezáis por los pecadores, las almas del purgatorio, la interrupción de los abortos y por la paz en el mundo. Venir a Misa por la mañana, adorarme por la noche y rezar tus tres rosarios y tu Coronilla de la Divina Misericordia son tu Presencia diaria Conmigo. Ojalá todos pudieran ser tan fieles. La gente necesita trabajar en amarme y en amar a su prójimo con sus buenas acciones. Puedes ayudar físicamente a la gente con cualquiera de tus habilidades. Puedes rezar por ellos, o darles donativos. Intenta hacer todo por amor a Mí, y ganarás más méritos en el cielo. Cuando mires tu vida, puedes darme las gracias por todos Mis dones, gracias y todas las oportunidades de ayudar a la gente. Te agradezco también todo lo que has logrado con el don del tiempo que te he dado. Continúa rezando por tus familiares y amigos, y sigue esforzándote por tu perfección con Mi ayuda. Me interesa seguir cada día la vida de todos vosotros. Tenedme cerca en vuestro corazón y mantened puras vuestras almas con la Confesión frecuente».