Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
miércoles, 23 de septiembre de 2015
Miércoles, 23 De Septiembre De 2015

Miércoles 23 de septiembre de 2015: (San Padre Pío)
Jesús dijo: «Hijo mío, en el Evangelio de hoy te he contado cómo envié a mis discípulos a predicar mi Buena Noticia a todas las naciones. Les ordené que no llevaran dinero ni una segunda túnica, porque eran dignos de ser alojados y alimentados en virtud de su misión. Debían depender totalmente de Mí y de la hospitalidad de la gente que encontraran. Incluso les dije que sacudieran el polvo de sus pies de aquellas personas que rechazaron Mi Palabra como testimonio contra ellos. Tú, hijo Mío, también eres enviado a difundir Mis mensajes a muchos lugares de América. También viajas con un pequeño equipaje de una bolsa, y tus libros y DVDs. También dependes de Mí para que te lleve a los lugares donde vas a hablar, así como de la gente para que te aloje y te proporcione las comidas y los gastos de transporte. Te dije que verías más pruebas en tus viajes. Habéis visto cómo los aviones perdían sus conexiones, persecuciones contra vosotros y retrasos en vuestros viajes en furgoneta. Siempre que estéis difundiendo Mi Palabra, esperad que los demonios intenten atacaros para impedir que vengáis. No temas, pues Yo te protegeré mientras reces tu forma larga de la oración de San Miguel tanto al ir como al venir. Os doy las gracias a ti y a tu esposa por seguir llevando a cabo esta misión de evangelizar a la gente, así como vuestra nueva misión de preparar un refugio provisional.»
Jesús dijo «Hijo mío, te he pedido que consigas más alimentos enlatados para su uso inmediato. Asegúrate de que tienes algunos abrelatas para guardarlos con las latas. Puedes conseguir lo que quieras, pero te daré algunas sugerencias. La mantequilla de cacahuete siempre es fácil de almacenar. También podrías comprar alubias cocidas, guisos y atún. Deberías empezar a pensar en lo que te gustaría comer para desayunar, comer y cenar. La carne seca puede ser otra opción. Pensando en lo que te gusta comer, puedes elegir algo más a tu gusto. La avena puede ser buena para tu desayuno con un poco de leche en polvo o concentrada. Una vez que hayas decidido lo que quieres almacenar, haz una lista para poder decidir qué cantidad comprar. Quizá quieras comprar una pequeña cantidad cada semana por lo que te puedas permitir, y para no llamar demasiado la atención sobre tu almacenamiento. Ten en cuenta almacenar unas pocas cantidades de lo que quieras multiplicado, cuando lo necesite mucha gente. Planifica tu lista de la compra antes de ir a la tienda. Hace poco te dije que los acontecimientos están lo suficientemente cerca como para que no tengas que preocuparte por las fechas de caducidad. Tu comida y tu agua son tus mayores preocupaciones. Confía en Mí y te proporcionaré lo que necesites».
Origen: ➥ www.johnleary.com
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