martes, 8 de septiembre de 2015

Martes, 8 De Septiembre De 2015

Martes 8 de septiembre de 2015: (Natividad de la Virgen)

Jesús dijo «Pueblo mío, el Evangelio de hoy os da la genealogía de San José desde Abraham. Mi Santísima Madre también era de la casa del rey David, porque San José y Mi Santísima Madre tuvieron que empadronarse en Belén, donde nací. El Arcángel Gabriel trajo una petición para Mi Bendita Madre, si quería ser la Madre de Dios y llevarme en su vientre. Ella dio su gran «fiat» o «sí» al ángel. Fue por el poder del Espíritu Santo que Me concibió, y fue San José quien finalmente la aceptó en su casa como esposa. Esto ocurrió a pesar de que Mi Santísima Madre ya estaba embarazada. A San José se le apareció un ángel en sueños y le dijo que Mi Santa Madre me había concebido por obra del Espíritu Santo. Así se cumplía la profecía de Isaías (7,14): 'He aquí que la virgen quedará encinta y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel'».

Jesús dijo «Pueblo mío, sé que a muchos de vosotros os gusta dedicarme tiempo en vuestras oraciones. Tenéis cuidado de acordaros de hacer intenciones en todas vuestras oraciones. Yo escucho todas vuestras oraciones y busco vuestras intenciones en vuestro corazón. También quiero que recordéis que cuando dos o más de vosotros rezáis juntos, Yo estoy ahí en medio de vosotros. Por eso animo a los matrimonios a que recéis juntos, siempre que podáis, para ayudar a mantener unidos los matrimonios. Cuando recéis y me entreguéis todo a Mí, Yo haré el trabajo pesado de cambiar los corazones que están abiertos a amarme. Viste en la película cómo perdonar a los demás y superar tu orgullo, era la mejor manera de volver a Mis gracias. Os pido que busquéis el perdón de vuestros pecados y Me permitáis ser el Maestro de vuestras vidas. Os doy a todos un libre albedrío, y necesitáis elegir amarme y obedecer Mis Mandamientos para que podáis estar en el camino correcto hacia el cielo. Rezar por los demás en tu familia, también es poderoso para ayudarles a salvarse de sus pecados. Mantente fiel a tus oraciones diarias y tendrás una gran recompensa en el cielo. Rezar en privado en tu habitación a veces puede ayudarte a estar en silencio para discernir Mis palabras sobre lo que debes hacer.»