miércoles, 26 de agosto de 2015

Miércoles, 26 De Agosto De 2015

Miércoles 26 de agosto de 2015

Jesús dijo: «Pueblo mío, he llamado a mucha gente a establecer refugios para la tribulación venidera, pero sólo unos pocos Me han dado su «sí» para seguir adelante. Planificar un refugio requiere consagrar la tierra, y tener una posible fuente de agua para beber. Todos actuaréis independientemente de vuestros servicios normales. Necesitaréis una fuente alternativa de calor para manteneros calientes en invierno y para cocinar. Necesitarás almacenar algunos alimentos en el sótano, y posiblemente algunos barriles de agua para multiplicarlos. Algunos refugios tienen viviendas dedicadas a dormitorios. Otros tienen camas normales y literas donde el espacio es limitado. Incluso podrían utilizarse algunos catres para dormir cuando ese espacio tenga otros usos. Si provees para comer y dormir, podrás alojar a tus familiares, amigos u otras personas que vengan. Mis ángeles pondrán un escudo de invisibilidad alrededor de vuestras viviendas, y mantendrán alejados a los malvados que quieran mataros. Confiad en Mi protección y en que Yo satisfaré vuestras necesidades físicas y espirituales».

Jesús dijo «Pueblo mío, habéis visto muchos tifones y huracanes en el océano Pacífico. Ahora, estáis viendo más tormentas en el Océano Atlántico, ya que os estáis acercando al momento álgido de los huracanes, en septiembre. Te estoy mostrando una visión de una marejada ciclónica que llega a tu país. En algunas partes de tu país has visto lluvias torrenciales que han provocado algunas inundaciones. Otras zonas están sufriendo sequías e incendios. Los tornados y los huracanes causan muchos daños a lo largo del año. Si sumas todas las catástrofes naturales, tu país sufre millones de dólares de daños cada año. Salvo algunas ayudas gubernamentales, tus localidades tienen que reparar sus propios daños. Reza por todas las víctimas de estas catástrofes, para que puedan conseguir vivienda y nuevos empleos si perdieron sus trabajos. Algunas de estas catástrofes son provocadas por el hombre, y otras vienen como castigo por el pecado. Vuestros abortos y pecados sexuales claman constantemente Mi justicia. Por eso tu nación sufre a veces la destrucción. Seguid rezando para que los pecadores se arrepientan, y continuad con vuestras Misas de reparación por las personas que mueren repentinamente, sin ninguna preparación para su juicio.»