Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

viernes, 16 de enero de 2015

Viernes, 16 De Enero De 2015

 

Viernes, 16 de enero de 2015

Jesús dijo «Pueblo mío, en el Evangelio le dije al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados'. La gente pensaba cómo podía yo perdonar los pecados, pues sólo Dios puede perdonar los pecados. Utilicé esta curación del paralítico para mostrarles que el Hijo de Dios puede curar tanto el cuerpo como el alma. Si comprendieran Mi poder, verían que Yo soy Dios, el Hijo de la Santísima Trinidad. En la visión os mostré un milagro aún mayor de cuando llamé a Lázaro para que saliera de su tumba. Llevaba muerto varios días y le devolví la vida para mostrarles que Yo tenía poder sobre la muerte y el pecado. Esto asombró tanto a los dirigentes religiosos que les amenacé con mis muchos seguidores. Como resultado, estos líderes quisieron matarme tanto a Mí como a Lázaro. Esta resurrección de Lázaro de entre los muertos fue un anticipo de cómo resucité de la tumba al cabo de tres días. Este milagro de Mi resurrección eclipsó todos Mis milagros para convencer a la gente de que Yo soy realmente Dios Hijo. Mi muerte en la cruz fue Mi verdadera razón para convertirme en Dios-hombre, para poder sacrificar Mi vida por los pecados de toda la humanidad. Confía en Mi gran amor por todos vosotros, que entregaría Mi vida para salvar a todas las almas que se arrepintieran de sus pecados».

Jesús dijo: «Pueblo mío, estáis viendo a vuestra gente que comete muchos pecados sexuales, y no se arrepienten porque no creen que estén haciendo nada malo. Os aseguro que la fornicación, el adulterio, la prostitución y los actos homosexuales son pecados mortales, y hay que confesarlos. Cuando comparezcáis ante Mí en el juicio, estas almas, que están en pecado y no se arrepienten, están en el camino del infierno. No podéis racionalizar vuestros pecados, ni poner excusas, porque conocéis Mis Diez Mandamientos en vuestra conciencia. Estos pecados sexuales y vuestros abortos están hundiendo a vuestro país. Por eso, Mi Santísima Madre y Yo os pedimos vuestras oraciones para ayudar a tantos pecadores a cambiar de vida y evitar que vayan al infierno. Ya os he dicho antes que vuestras oraciones pueden salvar a los miembros de vuestra familia. No olvidéis rezar vuestros rosarios todos los días, y compensad los rosarios perdidos al día siguiente. Dependo de las oraciones de Mis fieles por los pobres pecadores. Así que no Me defraudes con ninguna pereza espiritual. Sed perseverantes en vuestras oraciones, y ayudaréis a los pecadores y a vosotros mismos a llegar al cielo. Aquellas personas a las que se les ha dado mucho, esperaré más de ellas con la pesada responsabilidad de seguir Mis caminos».

Origen: ➥ www.johnleary.com

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