Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

viernes, 9 de enero de 2015

Viernes, 9 De Enero De 2015

 

Viernes, 9 de enero de 2015:

Jesús dijo «Pueblo mío, tengo compasión de todo mi pueblo, como tuve compasión del leproso al curarlo. Conozco todas tus necesidades y te proveeré cada día. Confía en Mí para que cuide de ti, incluso durante la tribulación venidera. Te estoy mostrando en la visión cómo multiplicaré tu comida y bebida en Mis refugios, que están protegidos por Mis ángeles. No tengáis miedo, ni siquiera cuando veáis a gente asesinada por terroristas, o cuando los cristianos sean perseguidos con el martirio. Avisaré a Mis fieles cuando llegue el momento de partir hacia Mis refugios. Haré que vuestros ángeles de la guarda os guíen a Mis refugios. Estaréis protegidos de los malvados por un escudo invisible que no les permitirá haceros daño. Dad gracias y alabad a vuestro Dios que vela por vuestro cuidado tanto espiritual como físico».

Jesús dijo «Pueblo mío, os habéis reunido todos para participar en la boda de Sara y Trento, a quienes muchos de vosotros conocéis a través de amigos. Habéis leído el pasaje de la Biblia en el que Tobías y Sara rezaron en su noche de bodas para ser protegidos de Asmodeo, el demonio. Otros maridos de Sara fueron asesinados por el demonio en su noche de bodas. San Rafael respondió a su oración expulsando al demonio, y la vida de Tobías se salvó. He mencionado esto para que puedas rezar esta oración a San Rafael para que proteja a Sara y a Trento en su vida matrimonial. Es una oración que todas las parejas podrían rezar el uno por el otro para que la protección de Dios contra los demonios les acompañe en todo momento.»

Oración de San Rafael:

Bendito San Rafael, Arcángel, te suplicamos que nos ayudes en todas nuestras necesidades y pruebas de esta vida, como tú, por el poder de Dios, devolviste la vista a Tobit y orientaste al joven Tobías. Pedimos humildemente tu ayuda e intercesión, para que nuestras almas sean sanadas, nuestros cuerpos protegidos de todos los males, y que por la gracia divina seamos aptos para morar en la gloria eterna de Dios en el cielo. Amén.

Origen: ➥ www.johnleary.com

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