sábado, 9 de enero de 2010

Sábado, 9 de enero de 2010

Jesús dijo: “Mi gente, San Juan el Bautista fue Mi heraldo en el desierto preparando el camino para Mi llegada. Él les pedía constantemente a las personas que se arrepintieran de sus pecados y se bautizaran. Cuando permití que San Juan Me bautizara, hubo una manifestación de la Santísima Trinidad. (Mat. 3:16,17) ‘Y cuando Jesús fue bautizado, inmediatamente salió del agua y he aquí, los cielos se abrieron para Él, y vio el Espíritu de Dios descender como una paloma y venir sobre Él. Y he aquí, una voz de los cielos dijo: ‘Este es Mi Hijo amado, en Quién Me complazco.’ Cuando morí en la cruz, redimí todas las almas de sus pecados, si ellos quisieran salir adelante para ser bautizados. Ahora, hoy traen a sus hijos a ser bautizados en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Este sacramento es su entrada en la fe, y perdona su pecado original de Adán, y cualquier pecado actual hasta ese momento del Bautismo. Mi petición continúa llamando a todas las almas al arrepentimiento para que puedan recibir Mis gracias y ser salvados del infierno.”

Jesús dijo: “Mi gente, muchas veces los invito a venir y hacer visitas a Mi tabernáculo en oración. Cuando vienen ante Mí con todos sus problemas e intenciones, pueden encontrar paz conmigo que solo Yo puedo dar a su alma. Ustedes son Mis hijos de la fe, y atesoro los momentos que vienen a compartir conmigo. Amo mucho a Mis adoradores y desearía que pudieran llenar todas las capillas de Adoración para que no haya lugar para estar de pie. Sin embargo, estoy agradecido por los pocos que vienen, y derramaré muchas gracias sobre ustedes por sus esfuerzos al estar aquí tomando tiempo de sus apretadas agendas. No olviden dedicar un tiempo tranquilo para Mí todos los días. Este es Mi tiempo para hablar a su corazón y animar a todos en su misión especial en la vida. Caminen conmigo como caminé con Mis discípulos en el camino a Emaús y les di Mis palabras de Mi misión, y cómo cumplió las profecías de los profetas. Anímense mutuamente en sus oraciones, y ayuden a otros a compartir momentos tranquilos conmigo en Mi tabernáculo.”