Domingo, 23 de agosto de 2009

Jesús dijo: “Mi gente, en la lectura sobre las personas casadas hay una cultura diferente de actitudes comparada con su sociedad moderna. Al principio de la creación hice al hombre y a la mujer para ser una sola carne con igualdad entre los dos. Las mujeres han luchado para ganar igualdad en años anteriores dominados por hombres. Los esposos y las esposas necesitan contribuir con sus talentos para el bien del matrimonio con amor y bondad sin ningún interés propio. Es este regalo total de ustedes mismos el que debe ser honrado conmigo como un tercer socio. Trabajando juntos y respetando las diferencias del otro, los matrimonios pueden durar mucho tiempo. Es cuando uno de los cónyuges hace demasiadas exigencias tratando de dominar todo que esto puede poner en peligro la armonía del amor en un matrimonio. Oren por su cónyuge porque ambos pueden estar guiándose mutuamente hacia su salvación en el cielo.”