Domingo, 14 de junio de 2009

Jesús dijo: “Mi gente, en la primera lectura tenéis Mi Alianza con Moisés y los Diez Mandamientos sellados con la ofrenda de la sangre del toro como sacrificio. En la visión que estáis viendo el pan y el vino ofrecidos en la Última Cena que ahora en la Misa es Mi verdadero Cuerpo y Sangre como sacrificio por todos vuestros pecados. Al día siguiente, el Viernes Santo, morí y di Mi vida como sacrificio por la salvación de toda la humanidad de vuestros pecados. Mi Eucaristía en la Misa es una comunión entre la Comunión de los Santos de los vivos, los que están en el purgatorio y los santos en el cielo. Cuando Me recibís en la Sagrada Comunión, estáis recibiendo Mi Presencia Real en vuestra alma, y Yo vivo con vosotros como un tabernáculo hasta que la Hostia es consumida. Aquellos que atesoran Mi Presencia Real, pueden visitarme en la Adoración de Mi Hostia consagrada, o ante Mi tabernáculo. En la historia de Mi Iglesia ha habido muchos milagros de Mi Eucaristía realizados para probar Mi Presencia Real, ya que sangre ha aparecido en la Hostia. Regocijaos en este regalo de Mí a vosotros en cada Comunión.”