lunes, 4 de mayo de 2009

Lunes, 4 de mayo de 2009

Jesús dijo: “Mi gente, he venido a salvar al pueblo perdido de Israel y enseñé al pueblo judío. También les dije en el Evangelio del domingo (Jn 10:11-18) ‘Tengo otras ovejas que no pertenecen a este redil’. Vine a salvar a toda la humanidad y no solo al pueblo judío. En la primera lectura de hoy que habla del Espíritu Santo entrando en los gentiles para ser salvados, esto destaca la misión de San Pedro y San Pablo a los gentiles. Doy la bienvenida a todos los pueblos para ser salvados, pero enfatizé a Mis discípulos que Yo era la única Puerta al cielo. Todos deben venir a través de Mí porque fui Yo quien pagó por el alma de todos con Mi muerte en la cruz. Fui el Sacrificio Divino que solo podía ser aceptado por Mi Padre en el cielo. Pero sí tengo muchos rediles de ovejas y preparo muchas mansiones en el cielo también. No piensen que solo los fieles católicos romanos son los únicos en el cielo, pero ustedes tienen la plenitud de la fe. Todos aquellos que se arrepienten de sus pecados y Me aceptan como Maestro de sus vidas y Salvador de sus almas, estarán abiertos a entrar en el cielo. Necesitan hacer reparación por sus pecados y ayudar a otros con sus buenas obras a medida que se preparan para su juicio. Siempre estén abiertos a hacer Mi Voluntad y mantener su alma pura, porque no saben la hora en que los llevaré a casa conmigo.”

Jesús dijo: “Mi gente, es difícil entender la discapacidad de una persona discapacitada a menos que hayan estado discapacitados por un corto tiempo. En algún momento de su vida, es posible que se hayan torcido o fracturado una pierna o un pie. Tal vez hayan tenido un reemplazo de cadera o cualquier otra operación que haya requerido muletas o una silla de ruedas. Vivir con una discapacidad puede limitar sus opciones de trabajo y es posible que dependan más de otros para moverse. Algunas de Mis almas víctimas sufren mucho por sus discapacidades, pero pueden ofrecer su dolor o inconveniente para ayudar a otra persona en su vida espiritual. Todas las almas víctimas y las personas discapacitadas tienen una cruz más difícil que llevar. Llamo a estas almas a unirse a su sufrimiento con el mío en Mi cruz. Esto puede ser un sufrimiento redentor que se puede utilizar para salvar otras almas del infierno y almacenar tesoros en el cielo para el alma víctima. No importa qué dificultades físicas tengan que sufrir en esta vida, entréguenlo todo a Mí para que pueda usarlos para lograr la misión que he planeado para su vida.”