domingo, 12 de julio de 2015

Mensaje De Nuestra Señora - San Benito Y Pierina Gilli - Aniversario De Las Apariciones De Montichiari - 425ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora

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Jacareí, 12 de Julio de 2015

Aniversario De Las Apariciones De Montichiari

425ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora

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Mensaje De Nuestra Señora - San Benito - Pierina Gilli

(Marcos): «¡Ahí está San Benito! ¡Ahí está Pierina, ahí está Ella! ¡Ahí está Mi Madre en el Cielo, ahí está Ella!

¿Estaba contenta la Señora con la Imagen de Pierina que yo había hecho? ¿Realmente pensaba así?

Y tú, Pierina, ¿estabas contenta con la Imagen de ti misma que mandé hacer? No es tan bonito como eras aquí en la Tierra, pero fue lo más parecido que pude conseguir. ¡Qué bien que te haya gustado! ¡Qué bien!

Gracias, señora. Es muy bueno saberlo. Le diré a la gente que acompañe a Tu Imagen en la procesión con mucho amor, con mucha fe para recibir estas gracias.

Muchas gracias querido San Benito, también diré a la gente que acompañe la procesión con mucha fe pidiendo Tus bendiciones, para que hoy reciban el mayor número posible de ellas. Sí».

(María Santísima): «Hijos míos, hoy, cuando ya estáis conmemorando el Aniversario de Mis Apariciones en Montichiari a Mi hijita Pierina Gilli. Vengo del Cielo para decíroslo una vez más:

Me aparecí en Montichiari como la Madre del Amor, pidiendo amor verdadero a Dios, pidiendo fidelidad a Dios, pidiendo conversión, pidiendo el retorno de Mis hijos todos a Dios. Y hoy, vengo de nuevo aquí, a Jacareí, para repetir el llamamiento que hice en Montichiari: Más amor, amor a Dios, más conversión, más oración de amor, más vidas santas.

Vengo a pediros a todos vosotros, hijos Míos, la santidad del amor. Que vuestra santidad sea la caridad perfecta hacia Dios. Es decir, la renuncia total a vuestra voluntad, a vuestros apegos, a vuestros placeres. Negar a vuestra carne todo lo que desea, para que el amor de Dios crezca en vuestros corazones hasta alcanzar la plenitud de la caridad, la plenitud del amor.

Mi Llama de Amor es el amor mismo de Dios que vive en vuestros corazones. Pero este amor sólo puede alcanzar su plenitud cuando renunciéis a vuestra propia voluntad, despreciéis vuestra voluntad personal, tan a menudo contraria a la de Dios, cuando digáis no a vuestra carne y digáis sí al Espíritu Santo, sí a Dios. Entonces Mi Llama de Amor crecerá en vuestros corazones tan grande y tan poderosa, que viviréis, que viviréis la plenitud de la caridad perfecta, la plenitud del amor perfecto a Dios.

¡Oh, hijos Míos! Vine a Montichiari a buscar almas que se llenaran de esta llama de amor. Vine a Montichiari a buscar almas inflamadas de este amor. Y lo que vine a hacer aquí, en Jacareí, fue precisamente buscar almas inflamadas con este amor, que desgraciadamente no he encontrado en la mayoría de los lugares donde me he aparecido.

Aquí, quiero almas que verdaderamente desprecien su voluntad y dejen que Mi Llama de Amor crezca en ellas cada día, renunciando a sí mismas, negándose lo que su propia carne desea. Para que entonces, Mi Llama crezca en sus corazones hasta alcanzar la plenitud.

Cuando Mi Llama de Amor alcance la máxima potencia en vosotros, entonces, Mi Corazón Inmaculado triunfará en vuestras vidas, Satanás será derrotado en vuestras vidas personales, familiares y sociales. Y también será derrotado en las naciones y en el mundo y, finalmente, Mi Corazón Inmaculado triunfará.

Debéis, hijitos, renunciar a vuestra voluntad que ha sido siempre la que no ha permitido que Mi Llama de Amor creciera en vuestros corazones y triunfara en vosotros, estropeando los planes que Yo tenía para vosotros.

Si hacéis esta renuncia, Mi Llama triunfará en vosotros cada día y finalmente Mi Plan se cumplirá en vuestra vida y Mi Corazón triunfará aplastando a Satanás para siempre.

Di esta Mi Llama de Amor a muchos de Mis Videntes que la pidieron, también se la di a Mi pequeño hijo Marcos, que la deseó con toda su alma, con todo su corazón. Él es el verdadero ejemplo de lo que puede hacer Mi Llama de Amor en un corazón que sabe negarse a sí mismo, despreciar su propia voluntad y hacer la Mía, dejando que Mi Llama de Amor crezca y actúe en él como quiera. Si tú haces lo mismo, a través de ti haré maravillas, haré grandes cosas para la salvación de las almas.

Reza el Rosario todos los días, reza el Rosario de las Lágrimas todos los días, y todas las oraciones que te he dado pidiendo esta Llama de Amor, pues quien Me pida con oraciones fervientes esta Llama, la recibirá. Convertíos rápidamente, el Secreto que di a Mi hija Pierina, los Secretos que di en Medjugorje y que di aquí están a punto de comenzar a suceder.

La gran confusión espiritual se acerca, orad, abrid vuestros corazones a Mi Llama de Amor, pues sólo aquellos que la tengan no se hundirán en medio del gran lodazal de confusión espiritual que envolverá al mundo entero.

Sólo aquellos que tengan Mi Llama de Amor no se perderán, ni se alejarán de Mí. Os quiero mucho, hijos Míos, y lo que más deseo ahora es que difundáis los Mensajes que he dado a Mi hijita Pierina, a todos Mis hijos, y que hagáis fielmente Mis Tres Días de Oración del 1 al 13 de cada mes. Y si podéis hacer más, haced Mi Trezena en los hogares enseñando a las familias a hacerla y a conocer Mis Mensajes de oración, conversión y amor que di en Montichiari.

Bendigo a todos en este momento con amor de Montichiari, de Caravaggio y de Jacareí».

(San Benito): «Amados hermanos Míos, Yo, Benito, os bendigo hoy y os digo: ¡Paz, Paz, Paz! Paz a vuestros corazones.

Para que tengáis Paz en vuestros corazones, Paz en vuestras familias, Paz en vuestras vidas debéis rezar mucho. Yo no he alcanzado la paz completa de Mi corazón si no es a través de muchas oraciones, renuncias, desprecio de Mi voluntad, desapego de las cosas mundanas y entrega total de Mí mismo al Señor.

Si queréis tener la Paz de Dios debéis dejar el mundo y sus pecados, debéis dejar Sodoma para siempre, debéis rezar mucho, debéis cada día deciros no a vosotros mismos, a lo que quiere vuestra naturaleza humana. Y decid sí a las buenas inspiraciones que el Espíritu Santo pone en vuestro corazón, inspiraciones para rezar más, para sacrificaros más, para dar más a la Madre de Dios. Así os santificaréis.

Vale mucho más renunciar a vosotros mismos, despreciar vuestra propia voluntad para hacer la de la Madre de Dios en los Mensajes que Ella da aquí, que realizar los mayores milagros, curaciones y prodigios a los ojos de los hombres de todo el mundo.

Si Me preguntáis qué ama más la Madre de Dios: al hombre que cura a millones de personas, al hombre que libera a millones de personas, al hombre que realiza prodigios para millones de personas, o al hombre que desprecia su voluntad, que renuncia a su voluntad para hacer la voluntad de Ella. Yo respondo: Ella prefiere mil veces al que desprecia su voluntad día a día, en las cosas que quiere su carne, para hacer sólo lo que Ella quiere, lo que Dios quiere.

Éste es el verdadero santo, el que desprecia su propia voluntad hasta tal punto que sólo quiere la voluntad de Dios, el que se niega a sí mismo hasta tal punto, que sólo ama a Dios, que sólo busca a Dios.

Busca esta santidad porque está a tu alcance, te resulta fácil. Reza el Rosario pidiendo la fuerza interior, pidiendo la Llama de Amor que la Madre de Dios tiene en Su Corazón y que me ha dado a Mí y a tantos Santos, para que seas capaz de hacer este ejercicio diario. Y os prometo: en poco tiempo alcanzaréis la misma eminente y altísima santidad que Yo he alcanzado.

Reza el Rosario, tienes tantas oraciones poderosas que la Madre de Dios te ha dado aquí. Si no mejoráis, si no os hacéis mejores personas, más santas, más inflamadas de amor a Dios, es porque rezáis sólo con la boca y no renunciáis a vuestra voluntad, no sabéis despreciar vuestra voluntad, la voluntad de vuestra carne.

Despreciad la voluntad de vuestra carne, rezad el Rosario, y seréis los santos más grandes que el mundo haya visto jamás. ¡Amad el Rosario!

La Madre de Dios fue extremadamente amable al darte esta poderosa oración. Rezad, rezad el Rosario, porque el que reza el Santo Rosario todos los días no se perderá, y seguramente se encenderá con la Llama de Amor de la Santísima Madre y se convertirá en santo en poco tiempo. Pero reza el Rosario con el corazón, deseando verdaderamente la Llama de Amor de la Madre de Dios, renunciando a tu voluntad personal para que Su Llama crezca en ti hasta la plenitud de la caridad perfecta.

Yo, Benito os amo y estoy con vosotros en todas vuestras aflicciones, sufrimientos y dolores y nunca os abandono.

Os bendigo ahora, bendigo especialmente a aquellos que llevan Mi Medalla alrededor del cuello y que tienen Mi Imagen, Mi Escapulario en la pared de sus casas, y rezan el Rosario Combatiendo con San Benito que Mi amadísimo Marcos hizo para vosotros.

Os bendigo ahora con todo Mi Corazón desde Subiaco, desde Monte Cassino y desde Jacareí».

(Pierina Gilli): «Amados hermanos Míos, Yo, Pierina estoy rebosante de alegría por volver hoy Aquí a esta Capilla para bendeciros, para daros Mis gracias, para daros Mi Paz.

Oh, Mis queridos hermanos, ¡cómo os amo! Os amo con un amor especial, os bendigo ahora especialmente a todos los que estáis haciendo el Rosario de la Rosa Mística que Nuestro amado Marcos ha grabado para vosotros.

También os bendigo a cada uno de vosotros que rezáis el Rosario de las Lágrimas cada día, que amáis a la Señora de la Rosa Mística, y que difundís sus Llamamientos por todo el mundo.

Oh, ¡cómo os amo! ¡Cómo os amo! Estoy a vuestro lado en todos vuestros sufrimientos, en todos los dolores y en todas las angustias que atravesáis en vuestro camino aquí en esta Tierra. Y hoy vengo a invitaros a ser, una vez más, las rosas místicas: blancas de la oración, rojas del sacrificio y amarillas de la penitencia, que la Rosa Mística vino a buscar a Montichiari, vino a pedir al mundo a través de Mí.

Aquí deben florecer ahora estas rosas, rosas perfumadas de oración con el corazón, oración viva. Rosas perfumadas de sacrificio, de renuncia, de despreciar la propia voluntad para hacer la voluntad del Señor y de la Rosa Mística. Rosas amarillas perfumadas de penitencia que ven cuánto ofenden los corazones de Jesús y de María los hombres ingratos. Almas que se esfuerzan por consolarlos, amarlos, obedecerlos, glorificarlos y hacer todo lo posible para ayudar a sus planes de salvación.

Rosas místicas de amor perfecto, caridad perfecta debéis ser. Almas que cada día mortifican su propia voluntad, se dicen no a sí mismas, desprecian su propia voluntad para hacer la del Señor, creciendo así cada día en el amor, haciendo que esta llama de amor crezca cada día en sus corazones hasta alcanzar la caridad perfecta, la perfección del amor.

Es este amor el que San Pablo describió en sus cartas: el amor que no tiene envidia, el amor que no guarda rencor, el amor que todo lo sufre, todo lo soporta, todo lo espera, todo lo cree. Éste es el amor, éste es el amor del que hablaba, el amor a Dios que va despreciándose a sí mismo, que hace que la persona vaya despreciándose cada día y haciendo sólo lo que Dios quiere.

Este amor que consume el alma, que se apodera de ella, la llena por completo y le da la fuerza para soportarlo todo, para esperarlo todo, para superarlo todo, que le da la fuerza para triunfar sobre todos los problemas interiores y exteriores y le hace alcanzar esa gloria celestial que Dios ha preparado para ella.

Comprendí lo que era este amor y viví este amor, abrí Mi corazón sin límites a la llama del amor a la Santísima Madre y viví renunciando siempre a Mi voluntad para hacer la suya. Esto Me dio la fuerza para alcanzar el final de Mi misión y llegar al Cielo.

Esta llama también os dará, este amor también os dará la fuerza para llegar al final de vuestra misión en la Tierra y entrar gloriosamente en el Cielo.

Aquí la Madre de Dios ha venido a buscar almas llenas de amor, Ella espera que seáis las almas que amen a Dios como nadie lo ha amado en toda la historia de la humanidad. No la defraudéis, abrid vuestros corazones a esta llama de Amor y dejadla actuar, dejadla estar en vuestros corazones, dejadla crecer en vuestros corazones.

Renunciad a vuestra voluntad para que esta llama de amor pueda crecer en vosotros. Debéis ser esas rosas místicas que con su perfume encantan al Señor y a la Madre de Dios y también ahuyentan, espantan el hedor nauseabundo del demonio con los pecados que ahora ha hecho reinar sobre la faz de la tierra.

Sí, los vicios capitales, los pecados capitales dominan ahora. La juventud está hasta la coronilla de vicios, de placeres de la carne, de drogas, de bebida. Las familias están completamente desunidas y destruidas, en ninguna parte reina la paz, porque el hombre ha apartado a Dios de sus pensamientos, de su corazón, lo ha alejado de su corazón. Y al alejar a Dios, también ha perdido la paz, ha perdido el amor, ha perdido la bondad, lo ha perdido todo.

Si quieres recuperar la paz, recuperar la armonía, recuperar la alegría, recuperar la unidad de las familias y del mundo, debes volver a Dios y amar con el amor de Dios. Amar a Dios, prefiriendo Su voluntad y despreciando la tuya. Para que tengáis la llama de Su amor, para amarle siempre, y también para amar a vuestros hermanos con Su amor.

Yo, Pierina estoy Aquí siempre dispuesta a ayudarte, ¡te quiero mucho! Vosotros que rezáis el Rosario de la Rosa Mística, vosotros que amáis y rezáis el Rosario de las Lágrimas sois muy queridos para Mi corazón. Os quiero mucho y nunca os abandono.

Hoy, mi corazón se regocija al ver las imágenes que entronizáis aquí, dais gran alegría a mi corazón. Mi corazón se reconforta por tantas injusticias, calumnias, persecuciones y dolores que he sufrido a lo largo de Mi vida.

Y ahora que colocas aquí Mi Imagen, te prometo derramar muchas más gracias sobre ti, ayudarte mucho más cada vez que vengas Aquí a los pies de Mi Imagen a pedir Mi ayuda. Permaneceré junto a esta Imagen, viva, para recibir tus oraciones, para consolarte, y prometo ofrecer Mis méritos personales al Señor y a la Rosa Señora Mística por ti, para que alcances las gracias que necesitas.

Amo este lugar, siempre lo he amado, es Mi lugar favorito después de Fontanelle y ahora que colocáis aquí Mi Imagen y Me consagráis este lugar verdaderamente estaré más aquí para ayudaros y concederos gracias que en el Cielo.

Os bendigo a todos ahora con amor desde Montichiari, desde Fontanelle y desde Jacareí.

Rezad el Rosario Mis pequeños hermanos, rezad el Rosario todos los días, Yo Me salvé por el Rosario, si rezáis el Rosario con amor también seréis salvados por él, salvaréis muchas almas, salvaréis al mundo.

Hasta pronto, paz».

Participa en las Apariciones y oraciones en el Santuario.

Infórmate en el Tel: (0Xx12) 9 9701-2427

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