Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 21 de diciembre de 2014
Mensaje De Nuestra Señora Y Santa Adelia O Adelina - 357ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora

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Jacareí, 21 de Diciembre de 2014
357ª Promoción de la Escuela de Santidad y Amor de Nuestra Señora
Mensaje De Nuestra Señora Y 2º Mensaje De Santa Adelia
(Bienaventurada María) "Amados hijos Míos, hoy de nuevo vengo a invitaros: A preparar vuestros corazones para la venida de Mi Hijo, Él está a la puerta.
Y así como fui la Madre del Primer Advenimiento, también soy la Madre del Segundo Advenimiento, que os enseña y os prepara para recibir a Mi Hijo Jesús, que vuelve a vosotros esta vez en gloria, con un corazón preparado y purificado para Él.
Yo soy la Madre del Segundo Adviento, y por eso vengo, para deciros que ya es hora de que volváis vuestros corazones de una vez por todas a Mi Hijo Jesús, porque cuando menos lo esperéis Él aparecerá ante vosotros. Y Su voz, fuerte como el trueno, os arrojará al suelo, y ¡ay de los que no estén purificados y santificados como Él quiere! Ay del trigo que se contamina con la cizaña. Ay del trigo que sea comido por los gusanos del pecado; este trigo será arrojado al gran fuego que nunca se apagará por los siglos de los siglos.
Por eso os digo, hijitos: Cambiad de vida, comenzando desde ahora una nueva vida con el Señor. No es difícil, esta nueva vida comienza cuando ponéis el Rosario en vuestras manos y os decidís a rezar. Sólo cuando la oración sea lo primero en vuestra vida y sea una alegría para vosotros, se convertirá en un río de gracia, para vosotros y para los demás.
Preparad vuestros corazones para la venida de Mi hijo Jesús, haciendo todo por amor, como Yo mismo hice y como hicieron los santos. En casa, en la escuela y en el trabajo, hacedlo todo por amor a Jesús, y entonces vuestras obras más sencillas y ordinarias adquirirán un gran valor meritorio, un gran valor espiritual, eterno. Eso, cuando vuelva Mi Hijo, os será devuelto de nuevo, esta vez en forma de méritos superabundantes de gloria en el Cielo.
Yo soy la Madre del Segundo Advenimiento y por eso vengo ante Mi Hijo para preparar Su camino y decíroslo: No dejéis ya vuestra conversión para mañana, porque os puede sorprender Mi Hijo Jesucristo que vendrá a vosotros con poder y gloria para dar a cada uno el pago según sus obras.
Vive en el Amor, recorre el camino del verdadero Amor a Dios, que es un camino de renuncia a ti mismo, de renuncia a los placeres mundanos, de renuncia a las tentaciones de Satanás. Y «sí» a la oración, «sí» al sacrificio, «sí» a la gracia, «sí» a la santidad. Entonces estaréis verdaderamente a Mi lado cuando vuelva Mi Hijo, y os presentaré ante Él como Mi raza elegida, Mi descendencia materna. Y entonces, Él os dará esa Corona de vida y de gracia que os ha prometido desde el principio del mundo.
Continuad rezando todas las oraciones que os he dado Aquí, no podéis imaginar cuántas gracias derramo sobre vosotros cuando rezáis estas oraciones, toda vuestra vida sentiréis los efectos de estas bendiciones. Y sólo en el Cielo, en la eternidad, comprenderás cuánto te he dado, cuánto te he favorecido a través de Mis Horas de Oración que te he dado aquí.
Reza, Mi Mensaje más importante es la Oración. En esta Navidad, no olvidéis a Mi Hijo Jesús, sino volved vuestros corazones hacia Él, y Él también volverá Su Corazón Divino hacia vosotros.
Os bendigo a todos ahora desde Fátima, desde Lourdes y desde Jacareí».
2º Mensaje de Santa Adelia
(Santa Adelia) "Mis queridos hermanos, yo, Adelia, vuelvo hoy de nuevo para deciros: ¡El Cielo os ama! ¡El Cielo os ama!
Y por eso os ha traído Aquí, os ha atraído, y a través de muchos signos y llamadas os ha traído Aquí. Para colmaros de gracias, bendiciones y riquezas celestiales, para que vuestras almas sean verdaderamente almas ricas en gracias de Dios, afortunadas, almas de verdaderos príncipes, hijos del Rey del Cielo.
Abrid vuestros corazones para recibir este torrente de gracias y bendiciones, para que verdaderamente en vuestra vida, en vuestra alma, el Espíritu Santo con Su poderoso influjo inunde todo vuestro ser hasta desbordar las aguas de Sus gracias, para que todos beban y todos se llenen de este Espíritu Santo.
El Cielo te ama y a pesar de tus grandes miserias y ofensas hechas a Dios en el pasado, el Cielo se apiadó de ti, el Cielo tuvo Misericordia de ti, el Cielo te amó y fue bondadoso y misericordioso contigo. Y este Cielo que te ha elegido no desea nada más de ti, a menos que tú también le elijas a Él.
El Cielo te ha elegido, elige al Cielo, para que verdaderamente el plan de este maravilloso Cielo se cumpla en ti, se realice en ti, se haga realidad en ti y cambie la faz de la tierra.
El Cielo te ha elegido y te ha amado, por eso cada día viene a ti, te habla, te da Mensajes de Amor por boca de esta sierva de Dios que desde hace veintitrés años es el vaso de Nuestras Gracias, el vaso de Nuestra elección, el vaso de Nuestro Amor.
Este Cielo no se cansa de ofreceros la salvación, el perdón y las gracias que necesitáis para ser grandes Santos. Pero, por desgracia, vuestro corazón sigue siendo duro, cerrado, frío como un bloque de hielo, insensible como una piedra. Por eso, tantos designios y planes que el Cielo tenía para vosotros se estropearon y frustraron tan a menudo por vuestra mala voluntad. Pero este Cielo, que es infinitamente más grande que tú, no puede dejarse vencer jamás por tu dureza. Por eso sigue buscando corazones abiertos que, cuando reciban el Amor que Él vino a ofrecer y las gracias que vino a dar, también Le elijan a Él y proclamen a todos los hombres que el Señor es bueno, que sólo el Señor es Dios, que sólo el Señor es verdaderamente digno de todo Nuestro amor, de toda Nuestra entrega, de todo Nuestro servicio.
El Cielo te ha amado y te ha llamado Aquí para darte gracia sobre gracia y bendición sobre bendición. Y así ha sido cada día de estos años que han durado las apariciones de la Madre de Dios con Nosotros aquí. ¿Cómo habéis respondido a este Amor? ¿Qué habéis hecho para corresponder a este gran Amor que tanto ha hecho por vosotros?
Sois amados en el Cielo, no despreciéis este gran Amor, por el amor pasajero, por el amor ilusorio del mundo. Porque este amor ilusorio primero os engaña con placeres falsos y pasajeros para luego arrojaros a las garras de Satanás, que os atormentará por toda la eternidad en las llamas que nunca se extinguen. Sé más inteligente que el mundo, sé más inteligente que el diablo. Elegid el cielo, preferid el amor celestial, y así aplastaréis a Satanás, al mundo y a todo lo demás. Y verdaderamente, seréis vencedores en Cristo, seréis vencedores por Cristo.
El Cielo os ha llamado y os ha amado y tiene muchas más riquezas, gracias y tesoros que daros Aquí, sólo espera vuestro «sí», sólo espera que abráis la puerta de vuestros corazones para que Él habite en vosotros.
El Cielo es Jesús, ¡de Él hablo! Este Cielo te ha elegido, y si tú eliges, Él llenará tu corazón de tanta gracia que, como el Apóstol, exclamarás: Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí.
Yo, Adelia, o Adelina, te quiero mucho, te cubro siempre con Mi Manto, te guardo, rezo por ti todos los días. Estoy triste porque la mayor parte del tiempo Me olvidas y no Me rezas, ni recurres a Mí. Quiero que, junto con Mi amado Marcos, trabajéis para difundir más la devoción a Mí, porque gozo de gran favor del Señor. Y puedo y quiero mucho ayudarte a ti y a todos a alcanzar la salvación.
A todos vosotros en este momento os bendigo con amor y derramo sobre vosotros todas las gracias que el Señor Me ha concedido.»
Transmisiones en directo desde el Santuario de las Apariciones en Jacarei - Sp - Brasil
Emisión diaria de «Apariciones» en directo desde el Santuario de las Apariciones de Jacareí
De martes a viernes, 21:00 horas | Sábados, 15:00 horas | Domingos, 09:00 horas
Entre semana, 09:00 Pm | Los sábados, 03:00 Pm | Los domingos, 09:00Am (Gmt -02:00)
1º Mensaje de Santa Adelia - Jacareí, 20 de Febrero de 2011
Jacareí, 20 de Febrero de 2011
1er Mensaje de Santa Adelia
Comunicado Al Vidente Marcos Tadeu
(Santa Adelia): «¡Queridos hermanos Míos! ¡Yo, Adelia o Adelina, sierva del Señor y de María Santísima os saludo y os doy la Paz!
Yo en Mi vida he amado al Señor con todo Mi Corazón, con todas Mis fuerzas, con toda Mi alma y al Señor me he entregado con todo lo que era y tenía para servirle, para hacerle conocer y amar por todas las almas. Y para que con Mis esfuerzos pueda, más allá de Mi alma, producir en las almas un jardín de descanso para el Señor, para que en todos nosotros Él descanse, se complazca y en nosotros permanezca para siempre. Por eso, os invito a ser un retiro para el Señor, donde Él pueda verdaderamente descansar, reposar, entretenerse con vosotros, permanecer con vosotros en la perfecta unión de alma y corazón comunicándoos Sus riquezas y Sus bellezas divinas y celestiales.
Sé el retiro perfecto para el Señor, viviendo cada vez más la vida de oración intensa, de penitencia, de meditación, continuando rezando todas las oraciones que la Madre de Dios te ha ordenado Aquí. Pues estas oraciones tienen la facultad y el poder de transformar vuestras almas en lugares de retiro perfectos para el Señor y la Señora en el Cielo, donde Ellos pueden entrar, permanecer con vosotros, descansar en vosotros y en vosotros encontrar Sus delicias, es decir, encontrar en vosotros el amor que sacia la sed y el hambre de amor que Ellos tienen de las almas, pueden encontrar en vosotros los reflejos de Su luz, pueden encontrar en vosotros Sus dones y talentos concedidos multiplicados en frutos de buenas obras y santificación y más almas ganadas para Ellos. Así en ti Dios puede verdaderamente descansar, reposar, regocijarse y en ti la Santísima Virgen puede encontrar los frutos más dulces: de amor, correspondencia, generosidad y entrega total a Ella.
Sé el retiro perfecto del Señor, buscando cada vez más desprender tu corazón de las cosas pasajeras e ilusorias de este mundo que te alejan de Dios, que compiten con el amor de Dios dentro de tu corazón. Para que entonces, tu amor no mezclado con nada terrenal, no mezclado con ningún amor terrenal pueda ser puro, puro para el Señor, puro para María Santísima, puro como Ellos lo quieren, puro como Ellos esperan recibir de ti. Y así, Ellos también pueden darte totalmente su amor puro hasta que te llene y te haga desbordar hacia otras almas.
Sé el refugio perfecto del Señor, respondiendo con tu sí a Él para que convierta el desierto de vuestras almas en un jardín, en un oasis, en un lugar de reposo donde Él pueda descansar a la sombra de vuestro amor, bebiendo del agua de vuestra generosidad y de vuestra fe, comiendo los frutos de vuestras buenas obras, de vuestra entrega total a Él. Y así, que el Señor fije en ti Su morada definitiva y te transforme en ese Jardín Real donde Él, el Rey del Cielo, pueda venir a tu encuentro, conversar y agasajarte como lo hizo al principio de la creación, paseando por el Jardín del Edén al atardecer en busca de Adán y Eva para entretenerse con ellos. Así también, Dios puede venir a vivir contigo, puede entretenerte, puede unirse a ti, y tú puedes vivir en Su verdadera amistad.
Yo, Adelia, prometo ayudarte con Mi poderosa intercesión y oración al Señor y a María Santísima, para que te conviertas en este hermoso lugar de retiro y descanso para el Señor. Te recomiendo que lleves todas las Medallas que la Santísima Virgen te ha dado en Sus Apariciones, especialmente la Medalla de la Paz y la Medalla de las Lágrimas que Ella dio aquí en tu Tierra, en la Tierra brasileña, para que a través de estas dos Medallas la gracia del Señor pueda transformarte siempre más en un lugar de retiro y descanso para Él y para María Santísima. Y así, podáis recibir en vosotros una gran afluencia de gracias atraídas por estas Medallas Celestiales que debéis llevar con todo vuestro amor, con toda vuestra devoción y vuestra fe.
A través de estas Medallas muchas gracias del Señor son atraídas a vuestras almas para purificarlas, embellecerlas, perfumarlas e incensarlas con la gracia celestial del Cielo.
A través de estas Medallas se alejan de vosotros muchas tentaciones del demonio, y los Ángeles son atraídos hacia vosotros con las manos llenas de bendiciones del Señor para derramarlas sobre vosotros muchas veces al día. Por eso, Mis amados hermanos, llevad estas Medallas con confianza y no os separéis nunca de ellas, ¡para que la gracia de Dios, Su afluencia tampoco se interrumpa nunca en vuestra alma y vida! Dios os ha dado estos escudos, Dios os ha dado estos imanes celestiales, que son estas Santas Medallas, para atraer hacia vosotros todo bien y toda gracia, para la salvación de vuestras almas. Utilizad esta gracia que es grande y que el Señor os ha dado, para vuestra salvación, y rendidle a Él y a María santísima gloria y alabanza.
Si esta gracia me hubiera sido concedida en mi tiempo. ¡Oh, qué gracias y alabanzas habría rendido al Señor! Qué maravillas de conversión y santificación no se habrían obrado en Mi tiempo. Pero esta gran gracia os ha sido dada para estos últimos tiempos, y no sabéis dar gracias, no sabéis reconocer el gran bien, el gran don que el Señor y María Santísima os han hecho.
Abrid vuestros corazones, dilatadlos en himnos de amor, de alabanza, de gratitud a Dios y a Su Santísima Madre que tanto os han favorecido, que tanto os han enriquecido en esas benditas Apariciones de Jacareí, que son la mayor prueba del amor del Señor y de la Santísima Virgen después de la Encarnación por toda la humanidad.
Abrid vuestros corazones y dadles honor, gloria y alabanza por una vida santa, por el cumplimiento perfecto de la voluntad del Señor. Yo estaré con vosotros en cada momento de vuestra vida, y nunca jamás os abandonaré.
A todos vosotros, en este mes bendito, especial y muy favorito del Cielo, el mes de febrero, de grandes gracias y dones a la humanidad por parte del Señor y de Su Madre.
A todos en este bendito mes, bendigo generosamente ahora. Y especialmente a ti Marcos, el más trabajador y dedicado de los hijos de la Madre del Señor, el más trabajador y querido de Mis hermanos.
Paz a todos».
***
24 de diciembre - Santa Adelia o Adela de Pfalzel
La tradición oral germánica cuenta que Adelia o Adela era la hermana menor de Ermina, ambas princesas, hijas del rey de Austrasia, Dagoberto Ii el Bueno.
En la actualidad, todas son veneradas en los altares como santas de la Iglesia, aunque este parentesco es objeto de controversia y por ello se está investigando.
También se ha identificado a Adelia con la abadesa Adola, a quien se dice que Elfrida, abadesa del monasterio de Streaneshalch, envió una carta.
También como Adula, «religiosa matrona nobilis», que se alojó en el Monasterio de Nivelles el 17 de marzo de 691, con un hijo pequeño.
Se dice que Adelia, tras la muerte de su marido, Alderico, un influyente noble de la región, decidió retirarse a la vida religiosa.
Para ello fundó el monasterio de Pfalzel, en la región de Trèves, actual Alemania, donde ingresó y fue la primera abadesa.
Eligió las Reglas de los monjes benedictinos, al igual que los monasterios de Ohren y de Nivelles, el primero fundado por su hermana, la futura santa Ermina.
En el monasterio había un huésped frecuente, el nieto de la abadesa, un muchacho inteligente y vivaz.
Se llamaba Gregorio.
Como sabía latín, se encargaba de leer en voz alta los textos sagrados mientras las monjas estaban en el refectorio.
Un día del año 722, un monje inglés llamado Bonifacio, que regresaba de su primera misión en Frisia, pasó por el monasterio.
Fue recibido como un huésped, aunque no era conocido, al igual que todos en el refectorio, donde el joven Gregorio leía en latín una hermosa página del Evangelio.
Cuando terminó la lectura, Bonifacio se acercó a él y le expresó sus cumplidos, pero le pidió que explicara lo que acababa de leer.
Gregorio intentó repetir la lectura, pero Bonifacio le detuvo, pidiendo al joven que se explicara en su propia lengua.
Resultó que, aunque leía muy bien el latín, no podía entender lo que decía realmente el texto.
«Dejad que os lo explique a todos los presentes», dijo el extraño monje.
Explicó el texto latino con tanta claridad, lo comentó con tanta profundidad y de forma tan convincente que dejó hechizados a todos los oyentes.
El más afectado de todos fue Gregorio, hasta el punto de que ya no quería separarse del monje que nadie sabía de dónde era.
A pesar de sus preocupaciones de abuela, Adelia permitió que su nieto partiera junto a Bonifacio, confiando en su intuición religiosa y en la Divina Providencia.
Muchos años después, Gregorio se convirtió en obispo de Utrecht y fue uno de los mejores discípulos de Bonifacio, el «apóstol de Germania» y un santo de la Iglesia.
Adelia murió poco después, en un día incierto del mes de diciembre de 734, y fue enterrada en el monasterio de Pfalzel.
Más de once siglos después, en 1868 sus reliquias fueron trasladadas a la iglesia parroquial de San Martín.
El servicio litúrgico en memoria de Santa Adelia de Pfalzel ha sido autorizado por la Iglesia.
Hay dos celebraciones en diciembre: el 18, con una fiesta local; el 24, junto con Santa Ermina, que es sin duda su hermana en la fe.
Orígenes:
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