domingo, 23 de diciembre de 2012

Mensaje de Santa Olimpia

Marcos: ¡Oh hermosa princesa del Cielo, quién eres tú?

"Queridos Hermanos Míos, YO, OLIMPIA, Sierva del Señor, Madre de Dios, Espíritu del Señor, vengo ahora una vez más para bendecirlos y darles Paz.

Digo 'una vez más' aunque este es Mi primer Mensaje Aquí, porque Aquí estoy continuamente para dar la bendición cada día a aquellos que vienen devotamente a orar en este lugar.

¡Los amo tanto! Y quiero llamarlos la verdadera conversión de corazón que agrada al Señor, que atrae su benevolencia hacia ustedes y los hace verdaderos herederos del Señor.

Ustedes quieren ser herederos del Señor, herederos del Cielo, pero quieren mantener el pecado dentro de ustedes. Así que lo único que heredarán al dejar este mundo es fuego eterno. Por lo tanto, ¡CONVIÉRTANSE SINCÉRAMENTE! Para que después de su vida puedan recibir la corona de la vida eterna y heredar ese reino celestial donde Yo y todos los Santos del Señor cantan Su gloria y bendicen Su Nombre.

Por lo tanto les digo: conviertan verdaderamente sus corazones renunciando a sus malas acciones, a su violencia. Haciendo la guerra a sus defectos y miserias, para que cada día su alma se vuelva más hermosa, más pura, más luminosa y más llena de amor para agradar al Señor y a la Madre de Dios.

Conviertan verdaderamente sus corazones, renunciando a todo aquello en su camino que se oponga a la voluntad del Señor y a su ley de amor. Para que de esta manera, sin vergüenza ni demora, puedan cumplir esa voluntad en sus vidas.

Conviertan verdaderamente sus corazones, viviendo una vida de intensa y profunda oración, meditando continuamente sobre las palabras que les llegan del cielo y también aquellas que les han sido enviadas por el Señor durante milenios y que están en las Sagradas Escrituras; para que de esta manera, ustedes, cada día, creciendo más y más en el conocimiento y la sabiduría de Dios, también crezcan más en el amor por el Señor que solo pueden conocer a través de su palabra, oración y meditación.

Yo Olimpia estoy siempre con ustedes. En sus necesidades los defiendo y los protejo. Cuántas insidias de Satanás los he liberado, y ni siquiera lo supieron. Los amé primero, y antes de que me amaran, me conocieron y pudieron pedirme ayuda. Esto les demuestra cuánto los amo y cuánto quiero ayudarlos a llegar al cielo.

Aquí, en este lugar bendito de las Apariciones, donde todo el Cielo está presente y donde la Divina Misericordia se vierte como nunca antes sobre la faz de la tierra, vengo hoy a decirles: ¡El amor no es amado! Este gran amor que aquí ha derramado tantas misericordias, tantas gracias, que aquí les ha dado tanto, no es amado lo suficiente por ustedes. Así que abran sus corazones! Correspondan más a este amor que los ha elegido para que de toda su vida, el incienso del verdadero amor se eleve al Señor cada día, que es lo único que puede aplacar Su justicia, Su ira contra ustedes!

Yo, Olimpia, tomaré las manos de todos aquellos que se entreguen a Mí y se dejen guiar por Mí en el camino de la santidad. Junto con todos los demás Santos, quiero guiarlos por este camino que está lleno de piedras y espinas, brasas y sufrimientos, pero que es el camino real que conduce al Cielo. Y al final de él, encontrarán un maravilloso jardín celestial esperándolos para recrearse y regocijarse por toda la eternidad.

Huyan del camino del enemigo que está sembrado con muchas rosas de placeres, facilidades y beneficios en esta vida. Pero dentro de cada rosa está el número del enemigo registrado: número 666. Y todos aquellos que van por este camino de rosas, tienen su marca en sus almas y su nombre ya está rayado en el libro de la vida.

Queridos Hermanos, ¡La vida pasa brevemente! No dejen pasar la gracia que ahora pasa a través de ustedes, sin que la abracen y puedan extraer de ella, sacando el santo beneficio que el Señor espera y desea de todos ustedes. En este momento los bendigo a todos con amor y digo: Oren. Oren, oren.

¡Paz! ¡Paz a ustedes Marcos, el más trabajador y querido de mis amigos y los hermanos de los Santos en el Cielo!"