domingo, 30 de mayo de 2010

Mensaje del Arcángel San Gabriel

Queridos Hermanos. Yo, Gabriel, Arcángel del Señor, os saludo hoy y os doy la Paz.

Santifíquense, para la mayor gloria del Señor y de la Bienaventurada Virgen. Para que a través de vosotros el mundo pueda ver la luz del Señor, la luz de la salvación, y pueda entonces salir de la oscuridad y entrar en la luz, conozca la verdad. Y así, para lograr la salvación que el Señor aún ofrece generosamente a todos hoy.

Santifíquense, para que en el mundo nuevamente el bien pueda triunfar sobre el mal, el amor sobre el odio, la paz sobre toda forma de violencia y guerra, la santidad sobre el pecado, la verdad sobre las mentiras, la luz sobre la oscuridad.

Santifíquense, para que en vosotros y a través de vosotros se cumpla el plan que el Señor tiene para cada uno. Y así Su voluntad, Su gloria y Sus divinos planes puedan cumplirse, para que toda la humanidad sea conducida con vosotros a la salvación y la felicidad eterna que Él prepara y ofrece a toda criatura, a toda alma, a todo hombre.

Santifíquense, para la mayor alegría de Dios, de la Bienaventurada Virgen, de la corte celestial, de las criaturas que están en la tierra. Para que toda la creación pueda entonces cantar un vibrante himno de glorificación a Dios, a través de vosotros y por vuestro bien.

Alegría y glorificación a Dios por todo lo que ha logrado y aún logrará en Francia, Su amada hija.

Yo, Gabriel, estoy con vosotros. Os amo. Continuad diciendo todas las oraciones que la Bienaventurada Virgen os ha dado aquí, pues es a través de ellas que obtendréis la victoria en la gran batalla, que ahora nos involucra. Involucra al cielo, a la tierra y al infierno. Y solo aquellos que estén muy unidos a la Bienaventurada Virgen Aquí, a través de la obediencia a Sus Mensajes y las oraciones que Ella ha dado Aquí, podéis al final ser coronados con la corona de gloria eterna.

Yo, Gabriel, os digo: Buscad la fuerza de Dios en la oración y la encontraréis. Abrid vuestro corazón al Señor, renunciad a vuestra voluntad y aceptad la Suya. Y en vuestra vida el Triunfo de la Gracia de Dios será asegurado.

Marcos Paz. Os amo. Mi elegido, mi amigo favorito. Paz Marcos".