jueves, 22 de julio de 1993

Mensaje de Nuestra Señora

Hijos Míos, hoy he venido de nuevo para hacer mi desesperada Súplica Maternal a ustedes: - ¡Conviértanse! ¡Conviértanse a ustedes mismos! ¡Conviértanse! Les pido que cambien sus vidas, mis queridos hijos. Oren mucho. Hagan penitencia. Oren, les suplico. (Aquí Nuestra Señora estaba llorando SANGRE.)

No hagan sacrificios con mi Hijo en la Eucaristía. ¡Oren el Rosario de la Eucaristía, que les enseñé aquí, todos los días! Consolarán a Jesús y Lo glorificarán y destruirán las trampas de Satanás.

Mi dolor es inmenso al ver que Mi Hijo es llevado a centros espíritas y cultos satánicos para ser profanado. ¡Jesús es terriblemente azotado con estos pecados y sacrilegios inmundos! ¡Oren! ¡Oren! ¡Oren! ¡Oren! ¡Oren! Hijos Míos, ¡oren el Rosario de la Eucaristía todos los días!

Los bendigo en el nombre del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.