Hijos Míos, hoy quiero comunicarles de nuevo ¡Mi Dolor Maternal! Vuestros pecados pasan a través de Mi Inmaculado Corazón. ¡Renunciad al pecado! No hagáis, queridos hijos, que llore más SANGRE Lágrimas por vosotros. Solo pido vuestra conversión.
Hasta que entendáis que la Paz y la felicidad que buscáis están en DIOS, no la encontraréis.
¡Orad! ¡Convertíos! o el Castigo que vendrá os arrastrará con él. Gracias por corresponder conmigo.
Os bendigo en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.