Hijos Míos, hoy les renuevo la invitación a convertirse y empezar a rezar! Conviértanse y oren! Ya no puedo soportar contener la DIVINA Ira e interceder por ustedes, ya que ustedes no hacen nada por su propia conversión. Si no prestan atención a estas Invitaciones, me veré obligada a dejar que Jesús dé rienda suelta a SU Justa Ira.
Les doy Mi Paz, y les pido que comiencen su conversión y oración ahora. ¡No desprecien esta amarga oración de Mi Corazón!
Los bendigo con Mi Inmaculado Corazón!