Mensaje de San José a Edson Glauber

¡Paz mi amado hijo!

Hijo mío, la envidia, el orgullo y la falta de amor son la ruina de muchas almas. No te dejes detener en tu misión, sino difunde a todos el gran amor de Dios por los hombres, evangeliza para que se abran los corazones y se purifiquen las almas.

El tiempo que dedicas a escribir este llamamiento, esta llamada que te hace el cielo, es muy precioso y santo. Aunque te parezca imposible, pero este encuentro nuestro estaba en el plan de Dios, para el bien y la salvación de muchas almas.

Déjate utilizar por el cielo para que pueda manifestar su amor y su preocupación por la humanidad. Muchos se beneficiarán cuando lean estas palabras, cuando conozcan la ternura y el amor de nuestros Santísimos Corazones.

Reza por los orgullosos y los incrédulos, porque son muchos. Apacigua la Justicia Divina que pesa sobre ellos, de lo contrario no habrá salvación para muchos. Ofrécete por la conversión de los pecadores y Dios te elevará cada vez más, haciéndote superar toda barrera y obstáculo, porque Él es siempre fiel a sus Divinas promesas a los que le sirven y le son fieles. ¡Te bendigo!