sábado, 14 de marzo de 2015

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz de mi Divino Hijo a todos vosotros!

Aquí estoy, ante todos vosotros, para bendeciros y concederos mi amor. No tengáis miedo de llevar vuestra cruz, pues santifica y salva a muchos que están lejos y casi sin posibilidad de salvación.

Rezad por los que pecan y ofenden al Corazón Divino de Jesús, que tanto ama a la humanidad, pero de ella sólo recibe insultos, faltas de respeto y ofensas que le hieren violentamente.

Reza para tener la fuerza de ofrecer tu cruz, cuando Dios te pida que la lleves. Yo estoy a vuestro lado, y con mi manto protector os acojo y os protejo. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Durante la aparición, vi a San José tan hermoso y majestuoso, con un manto verde claro y una túnica beige. Llevaba un lirio en la mano derecha y, a su izquierda, apareció de repente mi amiga italiana María Chiara, que le sostenía la mano izquierda. Llevaba una hermosa túnica blanca y una corona de rosas en la cabeza. Detrás de ellos aparecieron muchísimos jóvenes. Comprendí que eran las almas que Maria Chiara salvó para Jesús con su ofrenda, dolores y sufrimientos.

San José me dijo

Ánimo!...En la cruz con Jesús Satanás es vencido y muchas almas son salvadas para el cielo. Todavía hay que salvar a muchos jóvenes y reconducir a muchos más al camino de la verdad. Luchad, luchad sin cesar por la conversión y la salvación de los pecadores.

San José me hizo comprender con su mirada llena de amor, que Jesús está ante nosotros no como el que nos acusa y que está con la piedra en la mano para tirarnos y apedrearnos, como aquellos que querían matar a la mujer adúltera, sino que está ante nosotros con la mano tendida como el Rey misericordioso, mostrándonos su Corazón lleno de amor, para levantarnos y salvarnos.

Entonces San José subió lentamente al cielo con Maria Chiara y todas aquellas almas salvadas.