domingo, 4 de noviembre de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis hijos, los invito a la oración y al amor. Desean la paz, pero aún no la viven verdaderamente, ni quieren darle la bienvenida a sus vidas y corazones, porque pecan.

¡Conviértanse! Dejen la vida de pecado y regresen a Dios. La conversión, mis hijos, es diaria. No vivan para el mundo y no jueguen con su conversión. Abran sus corazones a Dios ahora. Dios los ha estado esperando para que abran sus corazones durante muchos años. ¿Cuándo decidirán seguir su santo camino y escuchar su llamado?

Regresen, regresen a Dios y Él les dará la paz. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

La Santísima Virgen estaba con su triste fisonomía. En su mirada pude entender cuánto necesita el mundo la conversión, y esta mirada reprobatoria suya está dirigida a cada uno de nosotros, porque todos necesitamos la conversión. Si decidimos ahora por el camino santo de Dios entonces podemos, con nuestras oraciones hechas con amor, con el corazón y con fe, salvar muchas almas para el reino de los cielos. Muchas personas están espiritualmente ciegas; muchos se están cegando por Satanás porque son orgullosos y no quieren admitir sus errores, pedir perdón al Señor, y así sus almas se arruinan por el pecado. Pidamos, supliquemos la misericordia del Señor para la humanidad que se hunde en el lodazal del pecado y quizás podamos obtener grandes gracias para la salvación de muchos.