martes, 11 de diciembre de 2007

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Verona, Italia

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, vengo aquí a este lugar bendecido por la Divina presencia de mi Hijo Jesucristo para darles mi mensaje de conversión.

Desciendo del Cielo con mi Hijo Jesús y San José para darles gracias especiales. Aquí todos aquellos que vengan con un corazón abierto y fe en Dios recibirán gracias espirituales para ellos y sus familias. Deseo con el amor de Madre encender sus corazones con un amor puro y santo por Dios. Oren, oren, oren. Yo, su Madre, los amo mucho y deseo verlos un día conmigo en el Cielo. Deseo guiarlos a mi Hijo Jesús. Vean, mis hijos, Él es paz para sus almas y les muestra Su Corazón porque quiere colocarlos a todos en él. Permítanme, su Madre, colocarlos dentro del Corazón de mi Hijo. Gracias por sus oraciones y por su presencia. Vengan en gran número aquí a este lugar a orar, a interceder por toda la humanidad. Que todos sepan que Yo, la Reina del Cielo y de la Tierra, y mi esposo José, tocamos el suelo de esta capilla con nuestros pies santos, por orden expresa de Jesús, Nuestro Señor.

Aquí muchas familias se convertirán y cónyuges infieles regresarán a Dios. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Durante esta aparición que tuvo lugar en la Capilla de la Visitación en Verona, Nuestra Señora vino con el Niño Jesús y San José. Los tres estuvieron allí ese día para bendecir a todas las familias. El Niño Jesús le pidió a Nuestra Señora y a San José que tocaran el suelo de la capilla con sus pies santos. Nuestra Señora y San José se bajaron lentamente de arriba y hicieron como Jesús les había pedido. Antes de irse, el Niño Jesús, mirándome y sonriendo, me dijo:

Dejaré mi señal en esta capilla....

E inmediatamente después desapareció lentamente con Nuestra Señora y San José. Detrás de la imagen de San José, en el lado izquierdo de la capilla, apareció el Santo Rostro de Jesús. Muestren a las personas presentes. Jesús dijo que daría su señal y realmente la dejó. Entendí que quería dejar esta señal para fortalecer nuestra fe y para que entendamos que las familias son especiales para Él y que allí en ese lugar donde apareció con Nuestra Señora y San José quiere convertir y salvar a muchas familias de las garras y engaños del diablo.